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"No podemos replantearnos los liderazgos constantemente". La frase es de Javier Fernández de los Ríos, presidente de la Diputación de Sevilla y líder del PSOE en la provincia. Junto con su homólogo en Jaén, Francisco Reyes, forman la dupla más influyente dentro del socialismo en Andalucía si se dejan a un lado a los dirigentes que ejercen su poder en Madrid y al propio Juan Espadas, líder regional del partido. Según el dirigente provincial, el PSOE andaluz lleva años ensimismado en un debate interno y ese es "uno de los problemas" de una formación que todavía no ha sido capaz de sacudirse el mazazo de perder el poder en la Junta y gran parte del peso municipal. Ese debate está cerca de acabar gracias a que Pedro Sánchez ha declarado abierto el proceso congresual en el PSOE. Y el protagonista del replanteo constante al que alude Fernández de los Ríos, Espadas, tendrá ocasión de intentar revalidar el cargo y presentarse, como desea, a las elecciones andaluzas previstas en 2026.
El cónclave federal se celebrará en Sevilla los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre, pero la convocatoria abre el calendario de los congresos regionales, que deberán celebrarse, a más tardar, antes del 23 de febrero. Para entonces el debate en el PSOE andaluz debe estar finiquitado, pero Espadas empieza con buen pie el camino a pesar de que las voces críticas con su gestión elevaron el tono de forma notable después de perder en las elecciones europeas. El 9-J se produjo la cuarta derrota consecutiva del exalcalde de Sevilla, pero después de la canícula estival el camino se le despeja al político sevillano si el escenario no cambia de forma drástica en las próximas semanas.
Espadas abrió el curso con una reunión de la interparlamentaria del PSOE andaluz, es decir, un encuentro de los senadores, diputados y parlamentarios autonómicos del partido que él mismo presidió junto con María Jesús Montero. Sobre la reunión planeaba el acuerdo entre el PSC y ERC para hacer presidente a Salvador Illa y el cupo catalán -que Montero negó- y en ella destacó la intervención de Susana Díaz, contraria al acuerdo como otros líderes territoriales del partido. Díaz ha ejercido de voz crítica dentro del PSOE andaluz, ya que la posición oficial de la mayor federación del partido es que ejercerá un papel "equilibrador" en el debate sobre la financiación que quiere abrir Pedro Sánchez. "Es una oportunidad", dijo este lunes María Márquez, portavoz de la Ejecutiva andaluza, en una comparecencia.
El papel crítico de la expresidenta de la Junta de Andalucía es incómodo para la dirección de Juan Espadas. En su entorno se han mostrado molestos por los pronunciamientos que Díaz ha hecho en los últimos meses en las tertulias televisivas en las que participa y donde ha vuelto a aludir a la vida orgánica de su partido. Pero estos posicionamientos no están directamente relacionados con el surgimiento de una corriente crítica alrededor de la exbaronesa andaluza. Se da por hecho que, cuando comience el proceso congresual, los fieles a Díaz se colocarán frente a Espadas, pero no existe hoy por hoy una figura de peso para enfrentarse al secretario general que pueda arremolinar a su alrededor a los partidarios de la sevillana.
Como contraste a los amagos de los críticos, Juan Espadas cuenta con el apoyo de los 8 secretarios generales provinciales, aunque es cierto que la situación de los dirigentes territoriales difiere mucho de unos a otros. Algunos tienen una importante respuesta en sus dominios, como ocurre en Huelva con Maru Limón y en Málaga con Daniel Pérez, por lo que fían su futuro al del secretario general. Otros, como Reyes y Fernández de los Ríos, están en posición de cambiar mayorías, pero nunca han dado pistas de que vayan a provocar un viraje. El sevillano ha dado hoy su apoyo explícito a Espadas y ha descartado que tenga intención de presentarse a las primarias previstas para principios de 2025. Y ha ido más allá al animar "a todos aquellos que consideren que el camino no ha sido el adecuado" a que "den el paso" y se enfrenten al exregidor hispalense.
"Sería hasta bueno", ha dicho el presidente de la Diputación de Sevilla, que ha defendido las bondades del modelo de primarias del PSOE y su apuesta por la democracia interna. Los 8 secretarios provinciales almorzaron con Juan Espadas hace unos días en una reunión que se prolongó durante cuatro horas y que sirvió para que abordaran el asunto de la financiación autonómica. El curso político andaluz (y el nacional) girarán en torno a la reforma que reclaman todos los territorios del régimen común y que, tras el acuerdo de PSC y ERC, ha dado munición política al PP. Juanma Moreno es uno de los grandes beneficiados del pacto que ha hecho president a Salvador Illa, sobre todo porque le permite apuntar directamente a María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, por su condición de andaluza.
En el PSOE lo ven de otra forma y mantienen su confianza en la exconsejera. "Tiene una trayectoria impecable en defensa de los intereses de Andalucía", expresó este lunes María Márquez. El nombre de la vicesecretaria general aparece una y otra vez en las quinielas de ese "replanteo constante" al que alude Javier Fernández de los Ríos sobre el liderazgo del PSOE andaluz. Pero ni ella quiere volver a Andalucía ni Pedro Sánchez ha dado signos de que tenga intención de imitar lo que ya hizo Felipe González con Manuel Chaves en los 90: enviar a Sevilla contra su voluntad a un ministro para presentarlo a unas elecciones autonómicas. Mientras Sánchez no haga uso de su conocida habilidad para los giros de guion, el camino de Espadas está despejado por ese apoyo de los líderes provinciales y la ausencia de una alternativa seria.
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