Una de sus sobrinas descubre donde se encuentra su tío desaparecido por a una prueba de ADN 'online'.
Han tenido que pasar más de 70 años para que la familia del puertorriqueño Luis Armando Albino, de 79 años, conociera su paradero. El 21 de febrero de 1951, el hombre, entonces un niño de seis años, fue secuestrado por una mujer en un parque de Oakland cuando jugaba con su hermano Roger y nunca más se supo de él. Hasta ahora. Una sobrina del ya septuagenario ha sido la que ha obrado el milagro que ha reunido a su familia décadas después.
Alida Alequin ha podido dar con el paradero de Albino gracias a la ayuda de la Policía, el FBI y el Departamento de Justicia y de una prueba de ADN online que se hizo "por diversión" y que coincidía en un 22% con la de un hombre de la Costa Este de Estados Unidos. El test biológico, que fue realizado en 2020, no había dado resultados entonces, pero el empeño de la sobrina ha hecho que finalmente Albino sea encontrado.
Este año, Alequin y sus hijas se afanaron en buscar de nuevo. En una visita a la biblioteca pública de Oakland, al ver un microfilm de artículos del Tribune, incluido uno que tenía una foto de Luis y Roger (el otro hermano), la mujer tuvo la certeza de que aquel hombre de la prueba de ADN podría ser su tío, por lo que decidió ir a las autoridades, que reabrió el caso de nuevo. Luis fue localizado precisamente en la Costa Este y se sometió a una muestra de ADN, al igual que su hermana, la madre de Alequin.
Albino, que ya es padre y abuelo, es bombero jubilado y veterano de los Marines, con los que estuvo en la Guerra de Vietnam. El hombre se había criado con la mujer que le secuestró y con su marido, pensando que era sus padres biológicos. Según su familia, la madre de Albino falleció en 2005 sin perder la esperanza de que siguiera vivo, de ahí la insistencia de la sobrina en dar con él.
En una entrevista en Bay Area News Group, Alequin señala que su tío le dio un gran abrazo al encontrarse y las gracias por buscarle. El pasado 20 de junio recibieron la noticia de que su el hombre estaba vivo y el propio FBI medió para que viajara a Oakland acompañado de su familia. "Se dieron un fuerte y prolongado abrazo. Se sentaron y hablaron", relató Alequin.
Albino volvió a su casa en la Costa Este pero regresó a ver a sus familiares poco después durante tres semanas. Fue la última vez que el septuagenario vio a su hermano Roger, que falleció el pasado agosto.
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