Las botellas de aceite vienen con una anilla de plástico que muchas personas desechan, sin saber que tiene un uso práctico. Descubre cómo aprovechar al máximo este accesorio con este truco poco conocido que puede facilitar algunas tareas en la cocina.
En España, la mayoría de las botellas o garrafas de aceite que se encuentran en los supermercados traen consigo un tapón y una anilla de plástico que se debe retirar para poder utilizar el producto. Aunque muchos consumidores consideran que esta pieza es simplemente un abrefácil y la tiran, en realidad cumple una función importante a la hora de dosificar el aceite de manera más cómoda y controlada.
La anilla de plástico, que a menudo se confunde con un precinto para evitar derrames durante el transporte, tiene un propósito que pocos conocen. Gracias a las redes sociales como TikTok, donde los amantes de la cocina comparten sus trucos y consejos, se ha revelado el verdadero uso de este accesorio aparentemente insignificante.
El truco de la anilla en el aceite
Para aprovechar al máximo la anilla del aceite, debes seguir estos sencillos pasos.
- Retira la anilla con cuidado: en lugar de desechar la anilla de plástico después de abrir la botella, retírala con cuidado para poder reutilizarla.
- Dale la vuelta a la anilla: una vez que hayas retirado la anilla, dale la vuelta para que la parte más ancha quede hacia abajo.
- Coloca la anilla invertida en la boca de la botella: introduce la anilla volteada en la boca de la botella, asegurándote de que encaje correctamente. La parte más estrecha de la anilla debe quedar hacia arriba, creando así un pequeño orificio por donde saldrá el aceite.
- Haz uso de un dosificador de aceite casero: gracias a este sencillo truco, ahora tendrás un dosificador que te permitirá verter el aceite de manera controlada, evitando derrames y excesos.
Mayor limpieza
Además de facilitar la dosificación, este truco también ayuda a mantener la botella más limpia, ya que el aceite no se acumulará alrededor de la boca ni goteará por los laterales. Asimismo, al reducir el flujo de aceite, se minimiza el riesgo de salpicaduras y quemaduras al cocinar.
Este consejo culinario, compartido por expertos y aficionados a la cocina, demuestra que a veces los detalles más pequeños pueden marcar una gran diferencia en nuestro día a día. Así que la próxima vez que abras una botella de aceite, recuerda: no tires la anilla. Con este sencillo gesto, estarás optimizando tu experiencia culinaria y aprovechando al máximo cada componente de tu cocina.
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