Situado en un espolón rocoso frente al mar Tirreno y rodeado por las montañas Aurunci, este pueblo italiano de pescadores es uno de los balnearios más populares de la región de Lacio.
Al igual que sucede en España, Italia también cuenta con destinos rurales, cada uno con sus características peculiares que les hacen muy atractivos para el turismo. Uno de estos lugares especiales es Sperlonga, un pueblo de pescadores de casas encaladas y con calles estrechas y laberínticas que el celebre emperador Tiberio eligió como residencia tras descubrir su enorme belleza. Si tienes planeado un viaje por el país de la bota, no dudes en incluir esta joya rural en tu itinerario para sumergirte en la dolce vita de la antigua Italia.
Qué visitar en Sperlonga
La mejor manera de comenzar a descubrir la belleza que encierra este pueblo es adentrándose en su casco histórico para dejarse llevar sin rumbo. Eso sí, las subidas y bajadas de escaleras te acompañará durante todo el recorrido. Con una estructura urbana típicamente medieval, Sperlonga se encuentra rodeado de murallas, de las que aún quedan dos antiguas puertas, la Porta Marina y la Porta Carrese.
Otro de los elementos característicos son las cuatro torres defensivas que fueron construidas en la Edad Media. De ellas, la más emblemática es la Torre Truglia, que se encuentra a los pies del pueblo y frente al mar. Fue levantada en 1532, sobre los restos de una antigua torre romana, y ha sido destruida y reconstruida en varias ocasiones. Es, sin duda, el mejor mirador para disfrutar de impresionantes vistas de la ciudad, el puerto y la bahía.
La iglesia de Santa María
Situada en el centro histórico, fue construida en estilo románico rural allá por el año 1100, lo que la convierte en el edificio religioso más antiguo de la ciudad. Entre sus muros se celebran eventos culturales. Otro de los edificios de culto que puedes visitar es la pequeña Capilla San Rocco del siglo XV.
Un paseo por el puerto
En la parte baja se encuentra el pequeño puerto, uno de los lugares con más encanto y ambiente de la localidad. La belleza de este litoral ha hecho que sobre todo en los meses de verano, las embarcaciones de recreo se sumen a las barcas de los pescadores locales. Y después de pasear entre yates y empaparos de la atmósfera marinera, os recomendamos disfrutar de mariscos frescos y de la cocina tradicional italiana en alguno de los restaurantes con maravillosas vistas al mar.
La villa y cueva de Tiberio
No se puede visitar Sperlonga sin acercarse a conocer la que fue residencia del emperador romano. Fue construida a principios del siglo I, y aunque los restos de la villa han sido erosionados por el mar, podrás hacerte una idea de cómo era la villa de descanso de Tiberio. Una de sus características es que se encontraba pegada a una cueva. Dentro de esta gruta había un comedor que utilizaba Tiberio para celebrar banquetes en verano. La cueva también estaba decorada con fascinantes esculturas que representaban el mito de Ulises. Fueron descubiertas en 1957 y se pueden ver en el Museo Arqueológico que se encuentra al lado.
Las mejores playas de Sperlonga
Esta localidad costera, que se encuentra a tan solo una hora en tren de Roma, cuenta con una gran variedad de opciones para disfrutar del baño. Destacan Spiaggia Libera y Spiaggia della Sorgente, así como la pequeña playa de Capovento, Un poco más lejos se encuentra Spiaggia delle Bambole, una encantadora cala de aguas cristalinas que está a medio camino entre Sperlonga y Gaeta. A diferencia de las otras, esta playa, situada entre rocas, no es de arena, sino de pequeños guijarros blancos.
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