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En los últimos días, ha circulado una noticia sobre la existencia de un supuesto semáforo de cuatro colores en la Plaza de Castilla, en Madrid. Según esta información, se habría instalado el nuevo elemento de señalización con un cuarto disco de luz blanca. Sin embargo, el Ayuntamiento y el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid ha asegurado a El Confidencial que se trata de un bulo.
Dicho semáforo de la Plaza de Castilla sí existe, pero no es una novedad. Y no incluye una luz blanca destinada a regular la circulación de vehículos autónomos. Este semáforo, que lleva años en funcionamiento, posee un cuarto disco de luz, pero este es de color ámbar. Su función principal es indicar a los conductores que el túnel que conecta el Paseo de la Castellana con la Calle Agustín de Foxá está cerrado y que deben desviarse.
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P. Martín
De hecho, este verano sí ha estado en funcionamiento debido a las obras de mejora del túnel de Plaza de Castilla. El Ayuntamiento de Madrid ya anunció que durante todo el verano se llevarían a cabo trabajos de reparación para solucionar problemas como fisuras y humedades en la estructura. Durante este periodo, es probable que la luz ámbar del semáforo se utilice con más frecuencia para gestionar las desviaciones del tráfico.
El origen del bulo
El origen de este malentendido parece estar relacionado con un estudio realizado por la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos. Esta investigación proponía la incorporación de una luz blanca en los semáforos para facilitar la integración de vehículos autónomos en el tráfico. Según la investigación, cuando un coche autónomo se situara en la primera posición en un semáforo, la luz blanca indicaría a los demás conductores que deben seguir circulando.
Aunque esta propuesta es interesante y podría implementarse en el futuro, la realidad en Madrid es muy diferente. El semáforo de cuatro discos en Plaza de Castilla no está diseñado para interactuar con vehículos autónomos, y la luz ámbar que incluye se activa únicamente para desviar el tráfico cuando el túnel se encuentra cerrado por obras o mantenimiento.
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