Libros para convocar los placeres del verano


         Libros para convocar los placeres del verano

Playas, piscinas, aldeas, montañas y una atmósfera de aventura e ilusión que a veces se quiebra y otras cristaliza en experiencias que marcan de por vida....

Playas, piscinas, aldeas, montañas y una atmósfera de aventura e ilusión que a veces se quiebra y otras cristaliza en experiencias que marcan de por vida. El verano es, para muchos, la estación de las vacaciones, de la crema solar, las chicharras y los mosquitos, un tapete sobre el que los escritores despliegan historias de amor, amistad, despertar sexual, pero también de ruptura y decepción. Escogemos varios títulos para, como escribió Emily Dickinson, viajar lejos; textos que huelen a cloro, que como dijo Alberto Santamaría, celebra el ritual de agosto, a pinos y a mar.

'Amor y pan. Notas sobre el hambre', de Paula Melchor (Letraversal)

Cuando un poemario está escrito desde la honestidad, los poemas brillan y se nos adhieren a la piel. Paula Melchor (El Real de la Jara; Sevilla), galardonada con el I Premio de Poesía Letraversal, demuestra que los afectos y la comida están ligados y que no hay nada mejor que alimentarse acompañados, sobre todo, en verano: un poemario que es también una oda a la madre y a las amigas y que exorciza la herida de abandono y de la ruptura.

'El limo', de Rosa Jiménez (Tusquets)

Hay veranos que cambian el rumbo de nuestras vidas, que graban mensajes en nuestro cuerpo sin que nos demos cuenta. En su ópera prima, la narradora y fotógrafa Rosa Jiménez (Madrid, 1983) reflexiona a través de la ficción sobre la amistad, el sexo, las drogas y el último verano de la inocencia. Un relato que gira en torno a Olivia y Vera, dos primas que comparten un sórdido secreto sin que ninguna sea demasiado consciente de ello y que volverá a unirlas años más tarde.

'Mecánica popular', de Pedro Juan Gutiérrez (Anagrama)

17 relatos ambientados en Matanzas, Pinar del Río y La Habana (Cuba), en las décadas de 1950, 1960 y 1970 basados en situaciones y personajes reales. Definido por Felipe Benítez Reyes como "una especie de caribeño Bukowski o de habanero Henry Miller", Pedro Juan Gutiérrez (Matanzas, 1950) nos sumerge en la cotidianidad de un pueblo a través de unos relatos vívidos, con una prosa ágil y libre de artificios, que funcionan como estampas y que se entrelazan en una novela abierta gracias a la reaparición de varios personajes.

'Mar en calma y feliz viaje', de Bette Howland (Tránsito)

En 2015, Brigid Hughes, la directora de la revista Public Space, encontró una obra de Bette Howland (Chicago, 1937-Tulsa, 2017) en una librería de segunda mano. Howland había sido olvidada y obliterada por el canon. Hughes publicó la obra de esta autora genial. La editorial Tránsito continúa su recuperación en España (en 2017 publicó El pabellón 3) con este libro coral de nueve relatos y dos nouvelles (novelas cortas) que transcurren en los años setenta, con Chicago y el verano como piedras angulares.

'El pasado', de Tessa Hadley (Sexto Piso)

El que podría ser el último verano en la vieja, enorme y majestuosa casa familiar se convierte en el desencadenante de un relato lleno de recuerdos y tensiones entre cuatro hermanos. Tessa Hadley (Bristol, 1956) nos invita a pasar tres semanas entre familiares en una localidad inglesa cercana a la costa y a reflexionar sobre el envejecimiento en el cuerpo femenino, el peso de los secretos y de las mentiras. Una historia con tintes a Antón Chéjov y al Ingmar Bergman de Gritos y susurros.

'Mala estrella', de Julia Viejo (Blackie Books)

El debut en novela de Julia Viejo (Madrid, 1991), conocida por los relatos de En la cela había una luciérnaga, revelación de 2022 para varios medios, trabaja la adolescencia y las primeras veces: el descubrimiento del deseo y del sexo, de la escritura y de la muerte, de los ponches mágicos y de las niñas pájaro. La protagonista, Vera, aprende a mentir antes que hablar e intenta lidiar con la ausencia de su madre, internada en un centro para enfermos mentales, y con la figura poco fiable de su padre.

'Respira', de Tim Winton (Libros del Asteroide)

Uno de los clásicos más aclamados de la literatura australiana reciente, Respira, publicado en 2008, es un trepidante coming of age con una prosa lírica que ahonda en la amistad. El escritor Tim Winton (Perth, 1960) sigue los pasos de Bruke Pike, un niño de 11 años introvertido cuya vida cambia cuando conoce a Loonie, con quien empieza a bucear, y a Sando, un enigmático personaje que les introduce en el surf y con quien se atreverá a surfear Old Smoky, la ola más peligrosa de la zona.

'Gozo', de Azahara Alonso (Siruela)

Siempre es un buen momento para leer este ensayo que conjuga experiencias personales con reflexiones sobre la necesaria resistencia a la cultura del esfuerzo. La estancia de la autora en Gozo, la tranquila isla de Malta, le inspira un libro hermanado con el Derecho a la pereza, de Paul Lafargue, en el que el ritmo se ralentiza y nos percatamos de... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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