El imputado se encontraba en un hotel de Marbella con su familia hasta, al menos, el 30 de junio.
Las autoridades de Italia buscan en España a Giacomo Bozzoli, un fugitivo condenado a cadena perpetua por asesinar a su tío arrojándolo a un horno de una fundición familiar en 2015, tras recibir indicios de su presencia en ese país. La Policía española ha remitido a la italiana las imágenes de las cámaras de seguridad de un hotel de Marbella, donde estuvo recientemente con su familia hasta, al menos, el 30 de junio.
En esta localidad, su pareja, Antonella Colossi, y el hijo de ambos estuvieron del 20 al 30 de junio, aunque días después regresaron a Brescia pero sin Bozzoli, sobre quien pesa una orden de arresto internacional y del que se desconoce aún su paradero. La Fiscalía de Brescia (norte de Italia) ha pedido la adquisición de las grabaciones que lo sitúan en la ciudad andaluza.
Esta petición se realiza después de que una empleada del hotel, en el que se registró con su documento un día antes de la confirmación de la sentencia, reconociera a Bozzoli entre los clientes, de acuerdo con las mismas fuentes.
Hace una semana, el Tribunal Supremo italiano confirmó la cadena perpetua a Bozzoli, de 39 años, por el asesinato de su tío Mario, empresario del sector de la metalurgia y con quien trabajaba en una planta familiar en la localidad de Marcheno (norte).
Mario Bozzoli fue visto por última vez el 8 de octubre de 2015 y su caso ha revestido una especial complejidad para los investigadores dada la ausencia del cadáver. En 2020, tras año y medio de investigaciones, la Fiscalía imputó formalmente Giacomo Bozzoli, acusándole de haber arrojado a su tío a un tanque de metal fundido y logrando su condena.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}