Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, estaba llamada a declarar este viernes en la sexta planta de los Juzgados de Plaza de Castilla. La acusada está siendo investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios y gracias a la decisión de la jueza decana de Madrid, María Jesús del Barco, accedió al interior del edificio en un vehículo privado por el garaje. Esta medida se justificó por "razones de seguridad" para evitarle el paseíllo. Gómez llegó unos 15 minutos después de las 10 de la mañana, hora a la que había sido citada por el magistrado que la investiga, Juan Carlos Peinado. Salió del ascensor vestida de negro y rodeada de cuatro guardaespaldas de traje. No saludó, no habló con nadie y trató de pasar desapercibida. Se dirigió directa —en un tramo de apenas cinco metros— al interior de la sala.
En 45 minutos terminó la sesión: el abogado de la defensa, Antonio Camacho, aseguró que no se le había notificado una de las querellas contra la acusada. El juez, como consecuencia, decidió suspender la declaración y convocar una nueva citación para el próximo 19 de julio. Después, el rector de la Universidad Complutense declaró —en calidad de testigo— ante el tribunal que la mujer del presidente le citó en la Moncloa para cerrar el acuerdo de la cátedra que dirige en dicha institución.
En pocas palabras, esto es lo que ocurrió a lo largo de la mañana del jueves en las inmediaciones de los juzgados. No obstante, la cronología de la sucesión de los hechos —dentro y fuera del edificio— es mucho más amplia.
El juez suspende la declaración de Begoña Gómez y vuelve a citarla el 19 de julio
Pablo Gabilondo
8:30 AM. A primera hora de la mañana, decenas de periodistas esperaban ya en la mediana —con trípodes, cámaras, grabadoras— para contar la llegada de la mujer del presidente a los juzgados. Las vallas de la Policía Nacional impedían a la prensa acercarse más de la cuenta a las escaleras de los juzgados. El despliegue no tenía precedentes: más de 10 furgonetas y en torno a 90 agentes convocados para mantener el orden. El mejor caramelo para la prensa era conseguir acceder al interior del edificio, pero las normas del decanato eran claras: solo se permitiría el paso a las agencias de noticias (EFE, Europa Press, Colpisa y Servimedia) y a otros tres profesionales acreditados que debían ser elegidos en un sorteo. Finalmente, los reporteros especializados optaron porque entrasen solo las agencias.
9:30 AM. Los manifestantes convocados por la asociación Hazte Oír —personada como acusación popular en la causa— empezaron a llegar a las inmediaciones de la zona. Los agentes les mantuvieron al otro lado de la calle, lo que aumentó su indignación contra la Policía Nacional. En general, estaban muy, muy enfadados. La diana de sus críticas no fue solo Begoña Gómez, sino también el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez siempre fue el blanco principal de todas sus protestas.
El rector de la Complutense asegura al juez que Begoña Gómez le citó en la Moncloa
Pablo Gabilondo
10:00 AM. Lío a las puertas del juzgado. El jefe de prensa de Se Acabó la Fiesta, lista de Alvise Pérez a las europeas, Vito Quiles, se coló dentro del edificio alegando que era un ayudante de una acusación popular. El joven no formaba parte del reducido grupo de periodistas acreditados que previamente acordó que solo estuvieran las agencias. De hecho, ha tenido varios encontronazos con otros compañeros de profesión por no respetar los códigos. Quiles aprovechó para difundir un vídeo —el uso de cámaras no estaba permitido— donde se puede escuchar un insulto a la mujer de Pedro Sánchez a su paso por el pasillo camino de la sala.
Miembros del equipo legal de la acusación popular —conformada por Manos Limpias, Hazte Oír y Vox, entre otros— también estuvieron presentes. Fuentes cercanas aseguran que los guardias de seguridad trataron de echarles del inmueble, pero se negaron a hacerlo. Otra de las figuras destacadas dentro del juzgado fue el director de Comunicación del Partido Socialista, Ion Antolín. La presencia de un miembro de la formación llamó la atención de los presentes. La acusada, Begoña Gómez, no cuenta con ningún cargo orgánico dentro del partido que lidera su marido.
10:50 AM. El juez suspendió la declaración de Begoña Gómez, pero mantuvo la del rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache. ¿Qué está ocurriendo ahí dentro? Fuentes jurídicas explicaron que, durante el turno de la mujer del presidente, el abogado Camacho solicitó que no se grabara su intervención. El magistrado Peinado no accedió.
Cuarenta minutos después, la Policía Nacional comenzó a retirar las vallas del dispositivo de seguridad. Esto permitió a los periodistas acercarse a la zona de las escaleras del juzgado. Nada más se supo de la salida de Begoña Gómez del edificio, tampoco de Antolín. Quiles, en cambio, sí permaneció durante horas por las inmediaciones paseándose y grabando vídeos.
14:00 PM. Terminó la declaración del rector de la Universidad Complutense de Madrid. El sol abrasa a todos los presentes. Minutos antes, la policía intercepta a un joven que circulaba con una bicicleta grabando a la prensa. A esta hora, apenas quedaba rastro de los manifestantes. La Delegación del Gobierno confirmó a este diario que la concentración no había sido autorizada.
La mujer del presidente deberá volver a Plaza de Castilla para declarar ante el juez el próximo 19 de junio. La noticia sentó como un jarro de agua fría a los convocados: a muchos les pillará la nueva citación disfrutando de las vacaciones.
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