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"No hay nada de nada, no hay nada de nada". La cinta de Ferraz está rayada. Hasta en ocho ocasiones, la portavoz de la ejecutiva federal ha respondido así a las preguntas de los periodistas que han monopolizado la rueda de prensa posterior a la reunión de la dirección. La dirección del PSOE encuadra dentro de la normalidad las reuniones de Pedro Sánchez en Moncloa con el empresario socio de Begoña Gómez pero no explica qué papel asumió ella en dichos encuentros. “Es un ataque personal a una mujer por el único motivo de ser la mujer del presidente del Gobierno progresista en nuestro país”, ha zanjado la portavoz socialista, Esther Peña. En privado, fuentes del PSOE justifican la presencia de Gómez porque "se conocían" de la cátedra de la Complutense. Juan Carlos Barrabés le ayudó a montar un máster y Gómez firmó cartas de recomendación en favor de las empresas de este, que se hicieron con contratos públicos millonarios. El juez investiga un presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Ferraz insiste en que el presidente no debe dar explicación alguna sobre el caso que afecta a su mujer tras las informaciones que ha venido publicando El Confidencial, ni siquiera cuando hoy se ha conocido las reuniones triangulares en Moncloa. "¿Tan raro es?", "¿Qué problema hay?", responden fuentes de la ejecutiva. La portavoz ha hablado de que estos hechos no son más que "banalidades" y ha reclamado al juez que archive la causa cuanto antes. “No hay nada de nada, no hay nada de nada”, ha reafirmado Peña. “Lo que sí que hay son dos informes de la Guardia Civil” en los que los investigadores no aprecian indicios de delito, ha repetido en diversas ocasiones.
El PSOE intenta sin éxito cerrar este asunto que, admiten, "daña" la reputación del líder socialista pero que solo respondería a una persecución política por medio de una "denuncia falsa". Los socialistas deslizan que existe una guerra judicial por parte del juez Juan Carlos Peinado, ya que no existiría base real alguna para investigar, ni para aclarar nada. "Paren las rotativas", se ha jactado Peña ante la tromba de preguntas de los periodistas tras conocer la declaración de Barrabés como testigo en el Juzgado número 41 de Madrid."Si a alguien le parece mal que un presidente se reúna con empresarios, no sería un país serio como es España. Dejémonos de banalidades", ha despachado la portavoz. Según esta tesis, la ciudadanía está “cansada de un caso que no avanza, que no tiene ninguna base” y lo único que espera es “que esto se acabe cuanto antes, que se archive”.
“No hay nada de nada", ha repetido hasta la saciedad Peña. "No lo hay cuando el señor Barrabés, una eminencia en el sector, se ha reunido también con otros partidos políticos", destacan en el PSOE, que señalan en privado que también el PP invitó a su convención ideológica de 2019 a Barrabés como experto en uno de sus paneles y sus administraciones han contratado con él. "Solo espero que se recupere de su enfermedad y pueda seguir con su labor empresarial”, ha concluido Peña.
Feijóo exige a Sánchez que aclare las reuniones con Barrabés: "¿Qué más esconde?"
Ana Belén Ramos
La portavoz socialista ha redoblado su defensa a Sánchez y a su esposa. "Intentan que la mujer del presidente se quede en casa con la pata quebrada. No va a ser así. Siguen empeñados en deshumanizar, desnaturalizar al presidente y su familia. Vamos a estar desde el PSOE apoyando a un presidente que no está aislado", ha enfatizado. “Tanto ruido no servirá más que para hacer daño, no hay nada más que una denuncia falsa”.
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