La mitad de pacientes con miastenia gravis, que afecta sobre todo a jóvenes, tiene dificultades para caminar, comer y respirar


         La mitad de pacientes con miastenia gravis, que afecta sobre todo a jóvenes, tiene dificultades para caminar, comer y respirar

El 2 de junio es día mundial de la miastenia gravis, una enfermedad autoinmune que afecta a 15.000 españoles.

Siete de cada diez casos de miastenia gravis en personas menores de 40 años corresponden a mujeres. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de 15.000 personas padecen esta enfermedad neurológica que produce debilidad muscular de forma fluctuante y de localización variable en los músculos voluntarios del cuerpo.

No obstante, a partir de los 50 años, el 60% de los diagnósticos de miastenia se dan en hombres, según el doctor Francisco Javier Rodríguez de Rivera, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la SEN.

“De hecho, en España, el 60% de los casos que se diagnostican cada año, unos 700 aproximadamente, corresponden a personas de entre 60 y 65 años. En todo caso, es una enfermedad que puede debutar a cualquier edad, incluso existen formas de presentación pediátrica o juvenil, aunque sólo suponen el 10-15% de los casos”.

Puede aparecer a cualquier edad y la sintomatología de la enfermedad también puede localizarse de forma variable en cualquier músculo o grupo de músculos voluntarios del cuerpo.

Aunque los músculos oculares suelen ser los más afectados en la fase inicial de la enfermedad, hasta en más de un 60% de los casos, la enfermedad también puede presentarse inicialmente en los músculos faciales (hasta un 12% de los casos), bulbares (hasta un 30%), cervicales (4%) o en los músculos de las extremidades (23%).

En todo caso, e independientemente de su localización, esta debilidad miasténica tiene dos características muy definidas: la fatigabilidad y debilidad muscular, que empeora con el ejercicio y mejora tras el reposo, además de su fluctuación, con oscilaciones temporales de los síntomas y con empeoramiento a lo largo del día.

“Dependiendo de los músculos voluntarios en los que se inicie la enfermedad, distinguimos tres formas diferenciadas de presentación de la enfermedad: la que denominamos ocular pura, en la que la debilidad se restringe a la musculatura ocular, generalmente produciendo caída del párpado y visión doble, pero sin llegar a afectar a otros músculos durante la evolución de la enfermedad y que supone el 15% de los casos", señaló el doctor Rodríguez de Rivera.

Añadió que la crisis miasténica se da en otro 15% de los casos, en la que la enfermedad debuta de forma aguda y generalizada, pero la forma más común "es la generalizada de comienzo gradual (MGG), que es la más frecuente, ya que supone el 70% de los casos”.

Son las personas con miastenia gravis generalizada las que sufren "una mayor carga" de discapacidad. Según el libro blanco 'La carga de la miastenia grave en España', es común que los pacientes padezcan una fatiga muscular debilitante que les provoque dificultades en la movilidad, el habla, la deglución y la visión.

También se detecta un deterioro de la función respiratoria y una fatiga extrema, además de otras enfermedades asociadas, sobre todo relativas al estado del ánimo, ya que el 44% padece ansiedad y el 27% depresión, que también pueden contribuir a aumentar la discapacidad del paciente.

Según datos de esta publicación, el 55% de los pacientes españoles tienen dificultades para caminar y el 47% para comer, el 48% declaran tener dificultades para respirar y el 70% de los pacientes padecen caída de los párpados y visión doble.

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