Entre sedas y encajes: la impresionante colección textil del marqués de Cerralbo

Entre sedas y encajes: la impresionante colección textil del marqués de Cerralbo

Escondido a espaldas de la Plaza de España, el Museo Cerralbo es uno de esos rincones tan desconocidos como especiales, y que son capaces de acercarnos al esplendor de una era que ya no existe. Esta casa-museo, construida a finales del siglo XIX, fue el hogar del marqués de Cerralbo y su familia hasta las primeras décadas del siglo XX. Hoy en día, el museo preserva el patrimonio de una familia noble, que también es capaz de manejarse con soltura en lo que son facetas tan interesantes y demandadas como el coleccionismo y el estilo de vida de aquella época.

En conmemoración del centenario del museo (1924-2024), se ha organizado la exposición temporal Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo, que termina este fin de semana. La muestra presenta por primera vez la colección textil de las familias Cerralbo y Villa-Huerta, una de las más desconocidas del palacio debido a su fragilidad. La exposición es el resultado de una investigación en curso que ha permitido restaurar un centenar de piezas, lo que da una visión mucho más amplia del conocimiento sobre la industria textil y su coleccionismo en esos años.

Arqueólogo y carlista

El marqués de Cerralbo, noble de nacimiento y dos veces grande de España, hereda el título de su abuelo tras la muerte prematura de su padre. Con propiedades en España y varios negocios, pertenecía a una de esas casas nobles fundadas en el siglo XVI, que se transmitían a través de los mayorazgos. Tuvo tres grandes pasiones a lo largo de su vida: la política, la arqueología y el arte.

Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD). Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).

"En el ámbito político, fue la cabeza del partido carlista, participando activamente en la vida política de su tiempo. Su liderazgo en el partido demostró su compromiso y dedicación a sus ideales y a la causa carlista", comenta Beatriz Cristóbal Lana, conservadora del Departamento de Investigación y Colecciones: "Tras retirarse de la política, se dedicó a la conservación del patrimonio, implicándose en la promulgación de las primeras leyes de patrimonio en España, como la ley de 1911 y la ley de excavaciones. Patrocinó con su dinero investigaciones y excavaciones arqueológicas, realizando numerosos descubrimientos".

Las colecciones arqueológicas que reunió no se conservan en el Museo Cerralbo, ya que las donó al Museo Arqueológico Nacional y al Museo de Ciencias Naturales. "Fue una persona extremadamente generosa", explica Lana. Además del Museo Cerralbo, donó piezas a otros museos, como el Museo del Romanticismo y el Museo de Reproducciones Artísticas. Su visión era que su gran patrimonio fuera accesible a todos los españoles, permitiendo que diversas disciplinas fueran apreciadas por el público.

Su amor por el arte y la historia se manifestó a través de su vasto coleccionismo. "Reunió una impresionante colección de objetos de arte que incluían pinturas, esculturas, porcelanas, armas y textiles", dice la conservadora. El marqués de Cerralbo dedicó especial cuidado a la disposición de cada objeto en el palacio. Su testamento estipulaba que todo debía mantenerse tal como él lo había dejado, y así es como se conserva en la actualidad.

Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD). Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).

"El coleccionismo en el siglo XIX era muy distinto al actual. Mientras que ahora los coleccionistas suelen especializarse en una sola disciplina, como la pintura, en la época del marqués de Cerralbo, el coleccionismo abarcaba una amplia variedad de objetos. El Museo Cerralbo ofrece una ventana única a este mundo, mostrando cómo los nobles de entonces valoraban y exhibían sus tesoros", comenta Lana, que aventura como los visitantes pueden transportarse a otra época y experimentar el ambiente del siglo XIX.

Una importante colección de 2.400 piezas

La conservadora llegó al museo el año pasado y empezó a revisar toda la colección, que comprende más de 2.400 piezas. "Comencé diferenciando las distintas secciones de la colección textil. Por un lado, encontré elementos relacionados con la decoración del palacio, como alfombras, cortinas y tapizados de mobiliario, así como retales de telas", indica: "Además, di con una sección de indumentaria, principalmente relacionada con el servicio del palacio, incluyendo libreas, uniformes de los primeros vigilantes del museo, botones y galones".

Otro segmento de la colección estaba compuesto por tejidos adquiridos por la familia del marqués, incluyendo a Antonio del Valle y Amelia del Valle, los marqueses de Villa Huerta. "Durante sus viajes por Europa, compraron piezas en anticuarios y subastas, conformando una colección textil diversa. A diferencia de otros coleccionistas textiles como Cecilia de Madrazo o Lázaro Galdiano, que buscaban fragmentos específicos para completar colecciones, ellos compraban piezas que les llamaban la atención sin buscar las más llamativas", señala.

Abanicos, lencería y encajes

En el contexto de la generación del 98, tras la Guerra de Cuba, surgió un renovado interés por valorar y promover el patrimonio cultural español. Este periodo estuvo marcado por una serie de exposiciones dedicadas a las artes decorativas. La primera de estas exposiciones, en 1910, se centró en la cerámica, y luego hubo tres exposiciones enfocadas en el coleccionismo textil: una en 1915 sobre la lencería y el encaje español del siglo XV al XIX, otra en 1917 dedicada a los tejidos antiguos anteriores a la introducción del telar Jacquard, y finalmente, en 1920, una exposición dedicada al abanico.

Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD). Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).

"La familia también coleccionó abanicos y hebillas de zapatos, objetos que eran muy comunes entre los coleccionistas de la época. Sin embargo, uno de los descubrimientos más importantes ha sido la colección de encajes, que incluye encajes italianos y rusos, pero sorprendentemente no españoles", continúa enumerando de una colección de encajes que pertenecía en su mayoría a la marquesa de Cerralbo, y ha sido ampliamente documentada en la prensa histórica, destacando la vitrina de encajes del palacio.

"Hemos encontrado piezas muy interesantes en la colección. Durante sus viajes, adquirieron muchos souvenirs, incluyendo pañuelos, de los cuales hemos exhibido dos en la exposición. Además, asistieron a exposiciones nacionales en Suiza, donde compraron medallas y otros objetos", apunta Lana, que durante la restauración de cerca de 30 piezas para la exposición, se encontraron detalles fascinantes, como piezas orientales con técnicas muy poco conocidas.

La exposición también cuenta con la colaboración del Museo Lázaro Galdiano, el Museo del Traje y el Instituto Valencia de Don Juan, que han prestado piezas clave para enriquecer la muestra. En total, se han solicitado cuatro préstamos, lo que ha permitido una primera sala dedicada a introducir el coleccionismo de telas. Esta introducción es esencial para contextualizar la explosión del coleccionismo textil en el siglo XIX, que no solo incluía indumentaria, sino también fragmentos de telas y tejidos eclesiásticos como casullas y dalmáticas.

Viajes donde el coleccionismo es relevante

Los viajes llevaron a la familia a adquirir piezas variadas como un chaleco en Turquía, toallas exóticas y calzado oriental. Estos objetos se distribuyen en el Gabinete Árabe, conocido también como el Gabinete Exótico del Palacio. En sus viajes, la familia adquirió muchos souvenirs, junto con medallas y otros objetos comprados en la exposición nacional en Suiza de 1883. También hay referencias a otros viajes por Francia, incluidos tiendas de encajes en Alençon, Lyon, conocido por las sedas, y Aubusson, famoso por sus tapices.

Además, se conserva una bolsa de uno de los primeros grandes almacenes en Niza o el Gran París, donde hicieron compras. Del viaje a Turquía, hay una fotografía de Inocencia Serrano y Amelia del Valle vestidas con indumentaria otomana, además de calzado oriental comprado en subastas.

Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD). Entre sedas y encajes. La colección textil de los marqueses de Cerralbo. Museo Cerralbo. Fotografías a cargo de: FAM (©MCD).

La exposición también incluye una sección dedicada al coleccionismo textil religioso, con casullas y fragmentos de dalmáticas que utilizaban para decorar su residencia. En el Salón Villar se exhibe un conjunto textil y un frontal de altar de terciopelo del siglo XVII. La pieza estrella es un fragmento del alba del arzobispo Jiménez de Rada, prestada por el marqués de Cerralbo en la exposición de 1917. Esta pieza, proveniente del monasterio de Santa María de Huerta en Soria, se exhibe junto con los guantes de mortaja de Jiménez de Rada del siglo XIII, prestados por la Abadía Cisterciense de Santa María de Huerta.

Tapices y Complementos de Indumentaria

La exposición incluye una sección de tapices, con fotografías de los tapices almacenados, fragmentos y algunos tapices mecánicos. También hay una sección dedicada al mundo cortesano, mostrando la evolución de los complementos de indumentaria en los siglos XVII y XVIII, especialmente después de la Revolución Francesa. "Se exhiben abanicos de la familia Cerralbo y Villa-Huerta, muchos de ellos estilo Luis XV o Luis XVI, con varillaje de nácar o marfil. Algunos abanicos están exhibidos con espejos para mostrar el anverso y el reverso, ambos decorados con escenas pintadas", explica Lana.

Y concluye comentando que durante la preparación de la exposición, se descubrió una interesante anécdota relacionada con la inauguración del palacio. "Se encontró una noticia que contaba cómo el marqués de Cerralbo había visitado un comercio en París buscando telas, pero no quedó satisfecho con lo que vio y decidió diseñar las telas él mismo”, indica. Posteriormente, cuando fue a recogerlas, le ofrecieron un puesto como dibujante en el comercio, oferta que rechazó porque tenía que regresar a Madrid. Aunque no sabemos con certeza si esta historia es verídica, destaca el interés del marqués en la decoración textil del palacio".



{getToc} $title={Tabla de Contenidos}

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto