Se trata de dos ejemplares de arapaima, el pez de agua dulce más grande del mundo.
Los pescadores tienen fama de contar muchas historias que a veces pueden resultar difíciles de creer, pero un brasileño tiene un vídeo que demuestra que su experiencia fue real.
Joao Rarussy estaba pescando en la zona amazónica de Mato Grosso, en Brasil, cuando percibió cómo desde el agua dos pares de ojos brillantes le miraban fijamente. Los peces lucían además lo que parecía dos siniestras sonrisas.
Rarussy lanzó algo de carnaza y los misteriosos peces dieron buena cuenta de ella. El vídeo se ha hecho viral en distintas redes sociales, donde los usuarios se preguntaban de qué especie se podía tratar.