Alerta Mallorca: la chavalada madrileña toma la isla para celebrar la EBAU y pasar el viaje de su vida

Alerta Mallorca: la chavalada madrileña toma la isla para celebrar la EBAU y pasar el viaje de su vida

"Era guay porque tenías un poco la libertad de hacer lo que querías". Cada año se repite el mismo ritual. Adiós instituto, adiós EBAU, hola Mallorca. Con permiso de Salou y PortAventura, la isla sigue siendo el destino nacional preferido de miles de adolescentes para celebrar los viajes de fin de curso, según constatan las agencias especializadas. El fenómeno explota al terminar los exámenes y se concentra a lo largo de 15 días, momento en el que el desfile de chavales procedentes de cualquier punto de España en el puerto y aeropuerto de Palma es constante. Los primeros en llegar —fueron los primeros en hacer la selectividad—, han sido los de Madrid y ya han tomado la playa del Arenal, uno de los corazones junto a Calvià de este tipo de turismo.

"Como no es lo mismo contarlo que vivirlo, voy a vivir en una chabola durante 21 días". La frase pertenece a uno de los programas de la periodista Samanta Villar, pero este jueves la usaba una adolescente de forma irónica en un vídeo colgado en TikTok para mostrar el caos que reinaba en su habitación de hotel. Maletas abiertas en el suelo y ropa por las camas, pero parte de la experiencia, como atestiguan otros muchos vídeos subidos a la plataforma y en los que se mezcla la emoción por llegar al destino con la nostalgia de aquellos que ya lo vivieron y no pueden dar marcha atrás. "Todo vuelve, menos las noches de los viajes del insti, donde te escapabas a otras habitaciones", reza la publicación de otra usuaria.

La segunda quincena de junio es el momento para estos chavales. El viaje se comienza a preparar entre septiembre y octubre, y aunque pueda parecer una vieja tradición, la experiencia ha cambiado de forma significativa en los últimos años. "Hay que dar un valor añadido, son chicos que están todo el día en redes sociales, en Internet, y cualquiera te reserva un vuelo y un hotel, por eso has de ofrecerles algo diferente. Nosotros negociamos con las discotecas importantes descuentos, planificamos excursiones y están acompañados en todo momento por monitores. Aunque muchos sean ya mayores de edad, los padres se quedan tranquilos", explica Ángel Rodríguez, CEO y gerente de Viajes University, con 17 años de experiencia.

La agencia mueve estos días a unos 20.000-25.000 jóvenes entre todos los destinos que oferta, con precios que van de los 200 euros de los viajes dentro de la península, a los 1.200-1.300 de una semana en el Caribe, propuesta pensada para el siguiente escalafón, los universitarios. Rodríguez confirma que Mallorca sigue siendo uno de los destinos por excelencia, también Salou, aunque para presupuestos más ajustados. Las agencias de viajes especializadas son conscientes de que deben ofrecer una experiencia única, por eso, algunas organizan sus propios festivales, un sinfín de fiestas temáticas y tienen su propio merchandising.

Playa de El Arenal en Mallorca, uno de los epicentros en junio de los viajes de fin de curso. (REUTERS/Juan Medina)Playa de El Arenal en Mallorca, uno de los epicentros en junio de los viajes de fin de curso. (REUTERS/Juan Medina) Playa de El Arenal en Mallorca, uno de los epicentros en junio de los viajes de fin de curso. (REUTERS/Juan Medina)

"Ha habido una evolución espectacular", confirma Nacho Mesas, director de Grupo XCape, otra de las agencias señeras y también con 17 años de experiencia. La fórmula pasa por ofrecer "contenido de mucha calidad, no es un viaje al uso", remarca Mesas. "Montamos un despliegue brutal en destino, con guías y monitores 24/7 para lo que puedan necesitar. Para muchos es la primera vez que salen fuera de casa solos y nosotros les damos una red de seguridad", añade. Los chavales, apunta el experto, "han salido ganando gracias a la competencia del sector", pendiente de ofrecer lo más novedoso y garantizar un bonito recuerdo de un momento que para muchos "puede ser el último que vivan junto a sus compañeros de instituto".

Históricamente, estos viajes eran una herramienta del sector turístico para coger carrerilla de cara a los dos grandes meses del verano, julio y agosto. Ahora, junio, aunque no sea plena temporada alta, ya es un mes muy jugoso por sí mismo. De ahí, señala Pedro Fiol, presidente de Aviba, la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de Baleares, que los viajes de "menores de edad, los alumnos de ESO y Primaria, hayan caído muchísimo. Los que vienen son personas con más autonomía y más presupuesto y acompañados por monitores. Ya no vienen con profesores", precisa y remarca: "La oferta lúdica es la que manda".

Parte del merchandising de bienvenida que la agencia XCape da a sus clientes. (Cedida/XCape)Parte del merchandising de bienvenida que la agencia XCape da a sus clientes. (Cedida/XCape) Parte del merchandising de bienvenida que la agencia XCape da a sus clientes. (Cedida/XCape)

Mesas es consciente de que muchas veces a este tipo de turismo se le considera el "patito feo", pero niega que sea "problemático". Las agencias se encargan no solo de cuidar a sus clientes, también "de que haya la mejor convivencia con el resto de turistas y cada vez más, con los locales", señala en referencia a los movimientos asociativos y vecinales que reivindican una desaceleración del sector o directamente promueven mensajes en contra de los visitantes. Su agencia mueve estos días en dirección a Palma a unos 3.500 adolescentes procedentes de distintos puntos de España. Los paquetes que ofertan incluyen pensión completa y se mueven entre los 399 euros y los 679 en función de la categoría del hotel y de si se viaja en avión o barco. Solo Balearia, una de las dos navieras que conecta Valencia con Palma, transporta estos días a 6.000 chavales, según confirman fuentes de la compañía, que promociona en sus redes sociales estos viajes.

"Teníamos entradas para discotecas, actividades. Unos amigos míos, que fueron con otra agencia, sí que fueron a un festival, pero nosotros íbamos a fiestas en hoteles. Lo organizaban todo y no estaba mal. Fue lo que es un viaje de fin de curso, estar en la playa y salir de fiesta, porque no hace muchas cosas más", recuerda Álvaro, con 23 años, y autor también de la frase con la que empieza el reportaje. Pedro, de 20, explica que ya en el ferry hubo una fiesta, y elogia el hotel, los festivales y las discotecas. Los jóvenes también tienen libertad para ir o no a las actividades programadas. Algunos organizan alguna pequeña excursión por su cuenta, pero la mayoría, una vez que el precio del paquete incluye todas las entradas, terminan viviendo toda la experiencia y, a juicio de los mensajes que comparten en redes sociales, el mejor viaje de su vida.



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