¿Y ahora qué?: la vida de Enzo Vogrincic después de la avalancha de 'La sociedad de la nieve'


         ¿Y ahora qué?: la vida de Enzo Vogrincic después de la avalancha de 'La sociedad de la nieve'

El uruguayo, que acaba de alzarse con el Premio Platino a mejor actor por el filme de Bayona, aborda una nueva etapa profesional tras decir adiós, ahora sí, a Numa Turcatti.

Enzo Vogrincic (Montevideo, 1993) nos cuenta una conversación que compartió con J. A. Bayona en un bar durante el rodaje de La sociedad de la nieve. "Le pedí: 'Por favor, somos muchos actores, igual hay algunos a los que les guste hacer entrevistas. ¿No habría la posibilidad de que yo no las haga? Puse mi cuerpo, puse mi tiempo, puse todo de mí para esto, ¿y además tengo que poner aspectos personales de mi vida ahora también? Me parece exagerado".

El director se rio, "se me rio en la cara", rememora: "Me contó toda una anécdota sobre cómo a él la promoción de su primera película lo ayudó a llegar donde estaba hoy, a poder hacer La sociedad de la nieve. Y después de eso me dijo: 'Enzo, si vamos a los Oscar, vas a tener jornadas de 30 entrevistas por día".

Ahora, escuchándolo sentado frente a una docena de periodistas, cuesta creer esta historia. Contesta con confianza, sin eludir preguntas, tomándose su tiempo para reflexionar las respuestas. Hay algo tremendamente magnético en él que va más allá de un atractivo físico o el carisma de estrella que puede desprender en este momento de su vida. Despierta una cercanía natural cuando afirma que prefiere vivir cerca de sus amigos que mudarse a Hollywood o se ríe asombrado ante la obsesión que provoca.

Será que la fama exacerbada le ha llegado en la treintena, con los pies bien fijos en la tierra, consciente de lo que realmente significa ser actor. Será que proviene de un país en el que el arte se entiende de una forma totalmente opuesta al engranaje mercantil norteamericano. Tras La sociedad de la nieve, a Enzo Vogrincic sigue sin gustarle "figurar", pero ha aprendido a asumir que "sucede por consecuencia de la película".

Desde que se estrenara con una sonora ovación en el Festival de Venecia 2023, la ambiciosa producción de J. A. Bayona sobre el Milagro de los Andes lanzó a la fama mundial a su protagonista, en la piel de Numa Turcatti. Ahora acapara portadas, las marcas se lo rifan y sus seguidores se han multiplicado en redes.

Tras años de rodaje y meses de promoción ininterrumpida, a Vogrincic le toca cerrar esta etapa dorada. Lo hace abrazado al Premio del Público y al Premio Platino a mejor actor que acaba de ganar en los galardones del cine y las series iberoamericanas. Lo entrevistamos en XCARET-Riviera Maya para hablar con él sobre el ocaso de La sociedad de la nieve y su futuro tras la avalancha.

El presente de Enzo Vogrincic

Vogrincic se define como una persona "insegura". Necesita formarse para hacer algo; si no, no lo hace. Por eso, cuando entendió que tenía que hacer entrevistas, pidió a un amigo que estudiaba periodismo que le hiciera preguntas: "Las grabé, las escuché, las corregí y le pedí que me preguntara otra vez, y así estuvimos trabajando para todo lo que iba a venir. Hay gente que es kamikaze; Dolores Fonzi empieza a hablar y va atropellándose, pero no importa, es una personalidad que en la actuación te salva mucho. El tímido pierde".

Para el uruguayo, la actuación, lejos de las grabadoras de un periodista, ha sido una vía de autoconocimiento y de comprender al otro. Antes de que Bayona lo descubriera, compaginaba el teatro con pequeños papeles en el mundo del cine y la televisión (La noche de los 12 años -2018-, 9 -2021-, Noctilucas -2022-). No es de extrañar que, durante el rodaje de La sociedad de la nieve, estuviera convencido de que el filme no lo convertiría en una personalidad pública.

"Durante los ensayos, mis compañeros me decían: '¿Cómo vas a hacer cuando te pidan una foto?'. Yo les respondía: '¿Quién te va a pedir una foto? La película va por otro lado, la va a haber gente adulta, trata de otra cosa. Hay un respeto, no se van a acercar'. Me decían: '¿Vos sos tarado? ¿Sabes la película en la que estamos trabajando?", nos cuenta entre risas.

Aquella conversación le hizo replantearse el alcance del filme, pero ni siquiera así pudo prepararse para lo que se avecinaba. "Esa sensación de ir a una sala de cine en España y que 900 personas griten como si estuviera entrando Justin Bieber", revive aún asombrado, enumerando los elementos en los que ha encontrado su imagen impresa, de tazas y estampitas a colchas ("Hay una persona que duerme con mi cara tapándose") y figuras de cartón a tamaño real ("Estoy en cumpleaños que no me invitaron a mí, pero sí a mi cartón").

Asegura poder seguir haciendo una vida normal en Uruguay, pero ahora tiene que calcular 10 minutos extra para llegar a un sitio e... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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