Rodeada por las montañas de la Cordillera Cantábrica, esta histórica localidad destaca por su precioso casco antiguo, su arquitectura y unos impresionantes paisajes.
Muchas veces cuando planificamos unas vacaciones o una corta escapada terminamos yendo a los destinos de siempre o a aquellos que se han puesto de moda y va todo el mundo. Sin embargo, estamos seguros que todavía te quedan localidades por descubrir, lugares que afortunadamente aún no están tan masificados.
Si estás pensando en viajar al norte de España, sabemos que siempre es un lujo volver a pueblos como Santillana del Mar, Comillas o Potes. Pero hoy queremos recomendarte Reinosa, otro destino cántabro, que aunque menos visitado, a nosotros nos parece igual de bonito e interesante.
Descubriendo el casco histórico de Reinosa
La mejor manera de conocer esta localidad rica en historia y cultura es recorriendo su entramado de calles empedradas, con casas de piedra y placitas con encanto, en las que no faltan las viviendas con las típicas galerías acristaladas. Durante el paseo podrás admirar también impresionantes edificios que fueron construidos entre los siglos XVI y XVIII, de arquitectura tradicional montañesa y muy bien conservados. En la Plaza de España destaca el Ayuntamiento, ejemplo de la arquitectura civil en la región. También aquí encontrarás un conjunto de características edificaciones de sillería de los siglos XVI y XVII.
Otro de los lugares fundamentales que no debes perderte es la enorme Iglesia de San Sebastián, una joya del barroco que fue construida en el siglo XVI sobre los restos de una capilla románica. Destaca también por su fachada y su torre.
El embalse del Ebro
A pocos kilómetros de Reinosa se encuentra este embalse que está rodeado de un precioso entorno natural y donde se pueden realizar actividades como la pesca, el piragüismo y el senderismo a lo largo de sus orillas. Te encantará el maravilloso paisaje con el embalse y las montañas que lo rodean. Y si lo visitas al atardecer, una impresionante puesta de sol la tienes garantizada.
Senderismo por el Parque Natural Saja-Besaya
El embalse del Ebro no es la única zona natural que encontrarás en los alrededores. Muy cerca de Reinosa, a tan solo 22 kilómetros, el Parque Natural Saja-Besaya se convierte también en un enclave perfecto para recargar las pilas y sumergirte en plena naturaleza. Lo mejor es que te calces las botas y te dispongas a descubrir esta enorme área protegida, repleta de bosques de robles y hayas y con un gran patrimonio zoológico. Cuenta con numerosos senderos en los que durante el recorrido se puede disfrutar de ciervos, corzos, zorros o jabalíes en su hábitat natural. Y si hay suerte, incluso se pueden ver osos.
Gastronomía campurriana
A nadie se le escapa que viajar a cualquier lugar de Cantabria es sinónimo de comer muy bien. Así que sería un pecado que no aprovecharas para degustar platos tradicionales de esta cocina norteña, como los torreznos o el cocido montañés, a base de alubias blancas. Y a la hora del postre, no pierdas ocasión de probar la leche frita o las populares pantortillas, un hojaldre que endulzará tu visita a la capital campurriana y que también podrás tomar en la popular zona de los soportales.
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