Sánchez abraza la causa palestina tras abandonar al Sáhara: "Es una hipocresía"

Sánchez abraza la causa palestina tras abandonar al Sáhara:

"Mientras defiendes a Ucrania ante la invasión rusa y reconoces el Estado de Palestina, con tus refugiados, porque somos sus refugiados, mantienes un doble rasero". Fati Jadad, saharaui, no conoce el Sáhara occidental. Ella nació en el campamento al que llegó su familia en Argelia tras huir de la Marcha Verde que Marruecos dirigió contra la que fue la 53 provincia de España en 1975. Su abuelo es uno de aquellos que conservó su viejo DNI hasta que murió y el giro dado por Pedro Sánchez en la que hasta ahora había sido la postura tradicional de los sucesivos gobiernos ante el conflicto del Sáhara duele. Se sienten "olvidados", "ninguneados".

La comunidad saharaui ha celebrado esta semana el anuncio de que España será uno de los países de la UE que reconocerá al Estado de Palestina. Creen que es de "justicia", pero también "es de justicia reconocer al pueblo saharaui. En nuestro caso hay un agravante: España sigue siendo la potencia administradora y tiene una responsabilidad, no solo moral y ética, también política y, sobre todo, jurídica", incide Jadad. Para ella es incomprensible que un Ejecutivo liderado por el PSOE se plegase ante Marruecos y diese por bueno el planteamiento del reino alauí, el del que el Sáhara occidental pase a ser una autonomía bajo su soberanía y negar su derecho a la autodeterminación.

"Tenemos un Gobierno que, lejos de remendar el error histórico de 1975 [en referencia a la salida de España], decide abandonar al pueblo saharaui sin tener en cuenta su voluntad. Eran gente española, tenían su DNI, y esto lo hace además un Gobierno que se llama progresista". El estupor y la incredulidad recorrió la comunidad el 18 de marzo de 2022, fue el viernes en el que un comunicado oficial de Marruecos anunció que el Ejecutivo de Sánchez hacía suyo el planteamiento de la región autónoma. Pero no solo ellos, ni el PP ni ninguno de los partidos que respaldan a Sánchez respaldó el volantazo. De hecho, todos los grupos del Congreso, a excepción del PSOE y Junts, aprobaron este mismo jueves una iniciativa de los populares para rechazar el posicionamiento "unilateral" de 2022 y exigir al Ejecutivo "recuperar la posición histórica de neutralidad activa".

"España considera que la iniciativa de autonomía es la base más seria, realista y creíble para la resolución de este diferendo", argumentó José Manuel Albares, empleando los mismos términos que había usado Marruecos en el comunicado. Las palabras del ministro de Exteriores fueron la confirmación de que España rompía, 46 años después, con los postulados que hasta entonces había defendido, en la línea de los planteamientos de la ONU y que suponen alcanzar un acuerdo negociado entre las dos partes, pero también el derecho a la autodeterminación del Sáhara occidental.

Ignacio Cembrero

Que Sánchez se haya convertido dentro de la UE en uno de los principales defensores del Estado palestino supone una "incoherencia" para el Frente Polisario. El presidente del Gobierno defendió el pasado miércoles desde la tribuna del Congreso que el paso dado por España era "por justicia, por coherencia y por la paz". Argumentó además que era una cuestión de compromiso con los derechos humanos y de respeto al Derecho Internacional. "Defendemos la misma posición en Ucrania que en Palestina, y es la Carta de Naciones Unidas y la legalidad Internacional", remarcó.

¿Y el Sáhara? "Lejos de respetar el derecho internacional, se ha inclinado por las pretensiones expansionistas de una potencia ocupante como es Marruecos", censura Abdullah Arabi, representante del Frente Polisario en España. "Lo único que hace falta es voluntad. Se ha demostrado con Palestina, si hay voluntad, todo es posible", añade Arabi, dispuesto a retomar relaciones con el Ejecutivo si da marcha atrás y vuelve a la postura histórica.

Mónica García y Yolanda Díaz, en una manifestación de apoyo a los saharauis. (EFE/Borja Sánchez Trillo)Mónica García y Yolanda Díaz, en una manifestación de apoyo a los saharauis. (EFE/Borja Sánchez Trillo) Mónica García y Yolanda Díaz, en una manifestación de apoyo a los saharauis. (EFE/Borja Sánchez Trillo)

La pregunta para la diáspora saharaui es inevitable: por qué en un caso el Gobierno suscribe las resoluciones de la ONU y en otro no, por qué en un supuesto salda una "deuda histórica" y en otro la perpetúa, por qué se parapeta en la "sensibilidad de la mayoría de españoles" a la hora de reconocer el Estado de Palestina, pero no la tiene en cuenta para cerrar el conflicto del Sáhara.

Jadad fue una de aquellas niñas que gracias al programa Vacaciones en Paz pasó varios veranos en España y es, como dice ella, "hija de la solidaridad". Aquí encontró una familia de acogida que le dio la oportunidad de estudiar, es graduada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense, pero el arraigo, remarca, no se pierde. Sidi Tabeluya estudió Derecho y es otro de aquellos niños del "boom" que hubo en los 90, cuando miles de saharauis llegaban cada verano a Andalucía, Euskadi, Extremadura o Cataluña.

A él no le pilló por sorpresa el giro de Sánchez. Estaba convencido de que "tarde o temprano iba a llegar viendo los antecedentes". Recuerda cómo Felipe González terminó por abandonar la exigencia del reconocimiento del Sahara y cómo José Luis Rodríguez Zapatero se acercó a Marruecos. Considera que los dos expresidentes son dos de los grandes "valedores" con los que cuenta el reino alauí, de ahí que lo de Sánchez no fuese ninguna sorpresa. Más desde que en el verano de 2021 prescindió de la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya, una de las personas al corriente de la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, para ser tratado de covid. Fue el detonante de la crisis que desembocó con la llegada, propiciada por Marruecos, de cerca de 10.000 personas de forma irregular a Ceuta.

I. Gil

Pero, insiste, el caso de España respecto a los saharauis es especial. No es lo mismo que Francia o Alemania también hayan respaldado la solución de la región autónoma, tampoco que Donald Trump reconociese la soberanía de Marruecos sobre la antigua colonia. "Es un territorio pendiente de descolonización y España sigue siendo la potencia administradora. Mientras este presidente es un ferviente defensor del Derecho Internacional, de que se ponga fin a la ocupación de los territorios palestinos, en el caso del Sáhara se pone del lado de la potencia ocupante. Es una hipocresía", crítica. Tabeluya además remarca que el Sáhara "nunca perteneció a Marruecos. No ha tenido una relación de soberanía más de allá de la ocupación de 1975".

Él también nació en un campamento de refugiados. Sus dos hermanos mayores, sin embargo, lo hicieron en El Aaiún cuando todavía era provincia española. Su padre, policía, tenía su número de afiliación a la Seguridad Social, y cuando se produjo la invasión se enroló en el Frente. Su madre y sus hermanos huyeron. Sus historias son las de muchos. Se calcula que más de 170.000 saharauis viven en los campamentos y en ellos, según explica, se oye a gente hablar con "acento andaluz, vasco, catalán y gallego". Son los niños de la generación Vacaciones en Paz y es un símbolo de los lazos históricos que unen a España y el Sáhara. Aunque cada vez queden menos personas con su viejo DNI y quizás "haya ahora una mayor amnesia con la que fue provincia española", sus nietos siguen dispuestos a reivindicar su memoria, apunta Tabeluya. Jadad añade: "Es una lucha de generaciones y seguiremos reclamando a España su responsabilidad en el Sáhara occidental. Siempre nos tendrán enfrente".



{getToc} $title={Tabla de Contenidos}

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto