Euforia en el PP: quintuplica sus resultados en Cataluña y da el sorpaso a Vox

Euforia en el PP: quintuplica sus resultados en Cataluña y da el sorpaso a Vox

Alberto Núñez Feijóo ha firmado un éxito indiscutible en Cataluña. Génova ha superado, de largo, las expectativas que habían trasladado en la última semana y logra quintuplicar sus resultados, lo que les coloca como cuarta fuerza política, por delante de Vox. Es su cuarto mejor resultado histórico en la región. Las 230.000 papeletas 'extra' que han sumado los azules respecto a 2021 les garantiza 15 escaños en el Parlament y les ubica como el partido que más ha crecido en la región, más incluso que el PSC.

"El PP ha vuelto", sintetizaba, eufórica, Dolors Montserrat. La candidata del PP a las elecciones europeas ha encontrado en Cataluña un buen colchón sobre el que construir un buen resultado en la cita del próximo 9 de junio. La 'cara b' del triunfo de los azules ha sido la resistencia de Vox. Los de Abascal salvan la noche con los mismos once escaños que lograron en 2021, con un leve aumento en el número de papeletas. El aguante de los ultraconservadores no ha truncado el sorpaso del PP, el objetivo que Génova se había marcado como "irrenunciable" en la cita electoral de este 12 de mayo.

El subidón del PP se basa en dos claves: la absorción de todo el espacio de Ciudadanos, que desaparece del Parlament de Cataluña siete años después; y la 'fuga' de votante del PSC que reniega de las cesiones al separatismo. Salvador Illa arrasó también en Cataluña con nueve escaños más para el PSC, y se alimenta a su vez del batacazo de ERC —que se deja 13 parlamentarios— y de los comunes, que caen otros dos. El retroceso de ambas fuerzas ha puesto en riesgo la consecución del 'tripartito'. No obstante, tras un recuento final de infarto, el PSC logró arrebatarle un escaño a Junts y poner a salvo la suma de izquierdas. Casi con toda probabilidad, los 15 escaños del PP no tendrán ningún papel en la victoria de Salvador Illa.

La satisfacción se adueñó de la sede de Génova conforme iba avanzando el escrutinio. "El PP va a ser la voz del constitucionalismo en Cataluña", celebraba la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, que reivindicaba también que Sánchez "está ahora más que nunca en manos del independentismo". En la dirección nacional apuntan también a que el resultado de este domingo traslada un "mensaje muy potente" a Sánchez, y es que "el voto constitucionalista, no independentista y nacional vuelve al PP". "Parte del voto que se fue a Arrimadas en 2017 y que cogió Illa en 2021, vuelve ahora a casa", celebran en la cúpula. El PP crece, pero sólo por el centro. Lo que también constatan las urnas en Cataluña es que Feijóo no logra morder a Vox.

El PP llegaba a este 12 de mayo con la vista puesta en el retrovisor derecho. Los de Feijóo fueron templando las expectativas con el paso de las semanas. Habían comprobado que la capacidad de aguante de los de Abascal era mayor de la que habían previsto. La polarización y el voto "visceral" por la problemática de la inmigración y la delincuencia en Cataluña terminó consolidando a los ultraconservadores. El diagnóstico era unánime. Si no había sorpaso, el fracaso sería rotundo.

Pero todas las dudas quedaron despejadas con el rotundo resultado de este domingo. Vox resiste, pero el PP triunfa. Entra en todas las provincias, con 11 escaños en Barcelona; dos en Tarragona y uno en Girona y Lleida. Y este resultado también impacta de lleno en la campaña de las elecciones europeas, una cita clave en la que Feijóo volverá a medirse cara a cara con Sánchez y a las que ahora se dirigen con un impulso extra. El PP no aspiraba a ser determinante en la melé del independentismo con el PSC. Pero sí a hacerse con el liderazgo "del espacio de resistencia al independentismo" en Cataluña, por delante de Vox.

Ese hito no sólo les permite salir en posición de ventaja de cara al 9-J. También les "fortalece" ante las próximas elecciones generales, según la lectura que trasladan en Génova. Feijóo siempre ha incidido públicamente en la idea de que sin un partido fuerte en Cataluña, "el PP no podrá gobernar en España". La horquilla de los 11 o 12 diputados era suficiente, y finalmente han superado sus propias expectativas. El PP partía de un bajísimo suelo de tan sólo tres escaños, su peor resultado en la región.

El declive de los azules comenzó en 2015. Fue entonces cuando Ciudadanos comenzó a comerse su capital político, una tarea que remató Inés Arrimadas en las autonómicas de 2017. Su victoria dejó al PP con sólo 4 escaños en el Parlament. Pero el golpe sería peor en 2021. Entonces fue Vox el que les adelantó por la derecha. Irrumpió con once escaños, mientras que los azules perdieron un parlamentario más. Ahora esos resultados forman parte del pasado. "Es una nueva etapa", insisten en Génova.

En el PP tampoco ha pasado desapercibida la resistencia de Vox. Vinculan el resultado de los de Abascal a la existencia de un "voto visceral" en Cataluña superior al resto de España, que se ha instalado en el "debate emocional" de la inmigración, la inseguridad o la okupación. Son las banderas sobre las que Santiago Abascal e Ignacio Garriga esculpieron su campaña desde el primer minuto. Vox salía al ruedo de Cataluña con el reto de mantener los once escaños con los que irrumpió en el Parlament en 2021. Y así ha sido.

Las dos fuerzas de la derecha miran ahora hacia las elecciones europeas. El PP con la sensación del deber cumplido y con la posibilidad real de calar en la fuga de voto del PSOE. Pero Vox también ha encontrado una válvula de oxígeno en Cataluña. Feijóo consiguió el sorpaso, pero no logró atraer a sus votantes. Y esa circunstancia también les garantizaría la supervivencia en los próximos procesos electorales.



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