Descubre la fascinante ubicación de este municipio gerundense, encaramado en un espectacular risco de 50 metros de altura a la entrada del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
En el corazón de la provincia de Girona, un pequeño pueblo desafía las leyes de la gravedad. Se trata de Castellfollit de la Roca, un municipio de los Pirineos que se alza imponente sobre un acantilado basáltico de 50 metros de altura, esculpido por el paso del río Fluvià. Esta singular ubicación convierte a Castellfollit en una auténtica joya arquitectónica y paisajística. Uno de esos muchos rincones únicos de España.
La estampa de Castellfollit de la Roca es sencillamente espectacular. Las casas del pueblo parecen aferrarse al borde del precipicio, mientras que el campanario de la iglesia de San Salvador, del siglo XIII y de estilo renacentista tardío, se erige como un centinela vigilante. Desde este privilegiado enclave, los visitantes pueden deleitarse con unas vistas panorámicas inolvidables de los valles de los ríos Fluvià y Toronell, así como del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, del cual Castellfollit es la puerta de entrada y un destino que tienes que visitar.
Pero este pueblo no solo destaca por su impresionante ubicación. Castellfollit de la Roca esconde otras curiosidades que lo hacen aún más especial. ¿Sabías que fue uno de los primeros pueblos de España en contar con conexión telefónica? En 1906 se aprobó su creación y, tan solo un año después, en 1907, la red ya estaba plenamente operativa.
¿Qué hacer en Castellfollit de la Roca?
Si te animas a visitar este increíble rincón de Girona, no puedes perderte los siguientes lugares y actividades:
- Recorrer los senderos del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un área protegida de gran valor geológico y natural.
- Visitar la cantera basáltica, testimonio de la actividad volcánica que modeló el paisaje de la zona hace miles de años.
- Contemplar las espectaculares vistas desde la plaza de Josep Pla, un mirador natural que te dejará sin aliento.
- Adentrarte en la iglesia de San Salvador, una joya arquitectónica con más de 800 años de historia.
- Degustar un buen vermut en la animada plaza de Cataluña, punto de encuentro de locales y visitantes.
- Conocer el sorprendente Museo del Vietnam, que alberga una colección única en Europa sobre este conflicto bélico.
En definitiva, Castellfollit de la Roca es un destino que no te puedes perder si buscas una experiencia única, donde la naturaleza, la historia y la arquitectura se fusionan para crear un lugar verdaderamente mágico. ¿Te animas a descubrir este tesoro de la provincia de Girona?
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