Jamás ha sido tan difícil ejercer el periodismo, jamás ha sido tan necesario. Hoy más que nunca, en una sociedad en la que la verdad ha muerto, las opiniones se confunden con los hechos, prima la polarización a la objetividad y el intervencionismo público alcanza cotas nunca antes vistas, se necesitan periodistas libres, independientes, valientes. Nuestro oficio solo se explica estando siempre frente al poder, contra todo tipo de poder.
Un país vale lo que vale su prensa. Lo decía Albert Camus. Porque la investigación sobre Koldo y Air Europa son años de trabajo silencioso. Porque contar lo que otros callan tiene un precio. El poder llama, sugiere, presiona con todos los resortes a su alcance. Hemos sobrevivido con éxito durante 23 años, pero las amenazas actuales nada tienen que ver con el pasado.
El 29 de febrero, El Confidencial publicaba en exclusiva una información que llevaba por título ‘El comisionista del ministerio y Javier Hidalgo se reunieron con la mujer de Sánchez para presentarle negocios’. Estimamos que la noticia era pertinente por el posible conflicto de interés del presidente en el rescate de Air Europa y porque el derecho de información prevalece sobre la intimidad cuando puede tener incidencia sobre la vida pública.
El Ejecutivo criticó entonces la información e instó a dejar fuera de la contienda política a los familiares para no ser "tremendamente injustos". Muchos periódicos se avinieron a la recomendación gubernamental. Aquella semana, en un programa radiofónico, nos preguntamos, casi proféticamente, qué habría sucedido si, en vez de Begoña Gómez, hubiera sido el novio de Díaz Ayuso el protagonista del encuentro.
El pasado 12 de marzo, El Confidencial se hacía eco de una información según la cual la Fiscalía había denunciado a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid por defraudar 350.000 euros a Hacienda y falsificar facturas. Los mismos medios que se negaron a escribir una sola palabra sobre la esposa de Sánchez se lanzaron a destacar el affaire del novio de Ayuso. Y eso que, en el caso de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, el asunto no tenía relación alguna con la actividad del gobierno.
Para que el mal triunfe solo se necesita que los buenos no hagan nada, decía Edmund Burke. En El Confidencial somos conscientes de ello. Luchamos por la verdad y una sociedad más libre y mejor informada. Pero ¿y tú? ¿Qué haces tú por la verdad?
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