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En mitad de una intensa tormenta nacional e internacional, el Gobierno sigue buscando el momento más idóneo para el reconocimiento del Estado de Palestina, el instante justo en que consiga un mayor efecto tanto a nivel interno como externo. Con el horizonte de unas elecciones europeas el próximo 9 de junio y el peligro de escalada del conflicto en Oriente Próximo.
Inmerso en esa dualidad de escenarios, saltando de uno a otro, Pedro Sánchez se reunió este martes en Liubliana con el primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, en el marco de la gira para dar este paso junto a otros países europeos. La Moncloa mantiene la intención de dar su apoyo institucional a la construcción política de Palestina antes de julio, pero aún no se ha alcanzado un consenso sobre la fecha ni tampoco está resuelto el procedimiento.
En las últimas semanas se había deslizado que se produciría una resolución del Consejo de Ministros que llegaría después al Congreso para que los grupos políticos fijasen su posición. Este era el "plan inicial" pero fuentes gubernamentales ponen ahora en duda que se ejecute así con el argumento de que aún no se ha decidido. La Moncloa sopesa ahora que finalmente puede producirse una votación también en las Cortes. De esta manera, el Ejecutivo pondría a prueba al PP, que aunque respalda la creación de los dos estados, no avala a Sánchez en su plan de aprobarlo de manera inminente y al margen de lo que hagan otras potencias de la UE.
La falta de definición sobre cómo será el proceso que, según el Ejecutivo, se comunicará cuando toque, se produce justo cuando se han incrementado las críticas al PP por no dejar clara su postura. Alberto Núñez Feijóo fijó su posición, pero tanto José María Aznar como Isabel Díaz Ayuso la han distorsionado con posiciones discrepantes. Esta división está siendo utilizada por Sánchez tanto en algunos de sus pronunciamientos ante la prensa como en los mítines de la campaña vasca.
Moncloa confía también en la causa palestina como revulsivo electoral
Marisol Hernández
De hecho, fuentes populares no quisieron desvelar qué harían en el caso de que hubiera que votar en la Cámara la creación de un Estado de Palestina. "No adelantamos el sentido del voto en votaciones no planteadas", aseguran en Génova. "Diferentes gobiernos de diferentes países están dejando solo a Sánchez", señalan, en referencia a que no ha logrado sumar a Portugal tras el relevo de António Costa y la elección de Luís Montenegro, como nuevo primer ministro ni tampoco a Eslovenia que, como el portugués, solicita un consenso mayor.
"Creemos en el reconocimiento de ese estado pero en este momento hay un conflicto en la zona", destacan en el PP. Este enfoque les separa absolutamente de Sánchez porque el presidente defiende que este movimiento, justo ahora, "cuando las circunstancias trasladen un impacto positivo", dijo este martes en Liubliana, y encaminen hacia un alto el fuego, puede servir para "mandar un mensaje de esperanza" a la población de Gaza y "poner en marcha un proceso político entre iguales que desemboque en una paz justa y duradera".
Sánchez inicia una gira europea para recabar apoyos y reconocer a Palestina
Ignacio Cembrero
Este mismo jueves el Consejo de Seguridad de la ONU aborda el conflicto palestino-israelí y la petición de Palestina de convertirse en miembro pleno de Naciones Unidas, que España apoyará sin ambages. Sánchez prosigue con sus contactos y tras viajar la semana pasada a Noruega y a Irlanda, con este único tema en la agenda, ayer conversó por teléfono sobre este asunto con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y este miércoles se verá en Bruselas con el primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden y mañana con sus homólogos de Bélgica, Alexander De Croo y Malta, Robert Abela, aprovechando la reunión del Consejo Europeo. Hace un mes, en este mismo encuentro, España, Irlanda, Eslovenia y Malta suscribieron un comunicado conjunto en el que se comprometían al reconocimiento del estado palestino.
A la espera de sumar a más países y actuar de manera coordinada, la decisión está "más cerca". Con dudas sobre el procedimiento, pero la promesa del presidente de que informará a la oposición antes de hacer nada. Sánchez pide a los grupos y sobre todo al PP responsabilidad ante una situación bélica y humanitaria "extraordinariamente grave", sin que esté claro aún si forzará o no su voto en el Congreso.
El PP sostiene que "no hay un debate social amplio y abierto en España y tampoco es el tema que esté marcando las agendas en el resto de Europa". Pero fuentes del grupo parlamentario no descartan que el Gobierno propicie una votación en la Cámara.
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