El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se ha comprometido este lunes a la renovación por un año, de junio de 2024 a junio de 2025, de los 35 letrados de refuerzo, designados para tratar de paliar la situación que vive el Tribunal Supremo debido a la acumulación de nombramientos de magistrados provocada por la norma que prohíbe el CGPJ designar cargos mientras esté en funciones, situación que se prolonga ya cinco años.
Tras una reunión con la Sala de Gobierno, el ministro se ha comprometido, también, a renovar por el mismo plazo los 37 letrados de estructura que actualmente se encuentran en comisión de servicio. Durante el encuentro, ha anunciado que el edificio del Ministerio situado en la calle Génova, en renovación actualmente, será destinado al Gabinete Técnico del Tribunal.
La Sala de Gobierno ha aprovechado el encuentro para realizar otras solicitudes. Además de reclamar la renovación anual que Justicia ha atendido, el órgano de gobierno del alto tribunal ha indicado que ese plan de refuerzo debería mantenerse por el tiempo necesario incluso en el caso de que se produjera la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Los magistrados han explicado que incluso con el nombramiento de nuevos magistrados y magistradas, la acumulación de asuntos que se ha producido en este periodo estará muy lejos de desaparecer.
Una de las preocupaciones expresadas por la Sala de Gobierno durante la reunión ha sido la referida a la falta de estabilidad de la plantilla y a las dificultades para la cobertura de plazas vacantes, derivada de las condiciones económicas en el Tribunal Supremo. Así, el personal funcionario está mejor retribuido en cualquier órgano judicial de las Comunidades Autónomas con las competencias transferidas en materia de Justicia y, especialmente, en los Juzgados de Instrucción, donde se cobran las guardias. Esta situación se extiende a los letrados del Gabinete Técnico, cuya retribución salarial anual neta es muy inferior a la de los de órganos constitucionales como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional. Se han reclamado, así "estímulos económicos y profesionales" que hagan del Tribunal Supremo un destino atractivo para letrados y funcionarios.
Entre las necesidades más acuciantes del Tribunal Supremo señaladas por la Sala se ha expuesto la necesidad de disponer de un equipo propio de Informática que haga posible la asistencia inmediata ante cualquier incidencia. Actualmente, el servicio de Informática del tribunal está dotado de poco personal y, para solventar cualquier problema, es preciso abrir una incidencia en el Centro de Atención al Usuario (CAU) y esperar la respuesta de este, lo que puede demorar la resolución de situaciones urgentes.
Situación actual
La imposibilidad legal por parte del CGPJ de realizar nombramientos discrecionales mientras se encuentre en funciones provoca que el Tribunal Supremo se encuentre hoy sin presidente ni vicepresidente titulares y con un total de 25 vacantes en sus Salas, lo que representa el 31,25 % de su plantilla. En esta situación, el sobreesfuerzo de los magistrados y magistradas del alto tribunal y el trabajo desarrollado por los miembros del Gabinete Técnico está consiguiendo mantener los niveles de resolución del Supremo, pero no reducir la bolsa de asuntos pendientes,
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