En uno de los últimos vídeos difundidos por la Policía se puede ver cómo dos agentes salen de uno de los aliviaderos del río Ebro en Logroño después de una búsqueda infructuosa. Ataviados con los trajes blancos habituales de estos casos, cascos e incluso gafas protectoras, abandonan el angosto hueco sin noticias de Javier, un joven de 20 años que desapareció el 2 de marzo y del que no se ha vuelto a saber nada.
El suceso tiene en vilo a la capital riojana, donde todo el mundo se pregunta dónde está y qué le ha podido pasar a este hombre. "El mundo no se lo ha podido tragar", exponen las fuentes policiales consultadas, que no cejan en su empeño de encontrar, 17 días después, a este joven, natural de la localidad riojana de Santo Domingo de la Calzada y al que se le perdió la pista de madrugada. Era sábado y la última vez que lo vieron fue en las inmediaciones del río, cerca del Casco Antiguo de Logroño, donde se congregan numerosos locales de fiesta.
Su rastro desapareció en una zona de la ciudad muy cercana al río Ebro, que en aquellos días discurría muy alto en virtud de las tormentas y temporales que azotaron prácticamente toda España. Por ello, que el joven pudiera haber caído al río y posteriormente haber sido arrastrado por la corriente es una de las hipótesis con las que trabaja la Policía desde el primer momento.
Debido a que la búsqueda ya se ha alargado durante casi 20 días, incluso ha sido necesario ejecutar relevos en los dispositivos policiales que rastrean la ciudad y que se combinan con los especialistas de la Guardia Civil cuando se trata de investigar zonas más allá de la capital.
Los GEO, volcados
En el cauce del río las labores de búsqueda corren a cargo, principalmente, del Grupo Especial de Operaciones (GEO). Desde los primeros días, los vecinos han asistido a cómo las lanchas neumáticas de estos policías se han dejado ver por la superficie del Ebro y, actualmente, una vez que el cauce está más bajo, también se están empleando en la orilla y en los canales subterráneos cercanos al río, por si las corrientes hubieran arrastrado a Javier hasta allí.
Sin embargo, fuentes policiales subrayan que el escenario de que el joven cayera al río es solo una opción e insisten en que todas las hipótesis continúan abiertas. En este sentido, también están llevando a cabo batidas por todo el centro de la ciudad en busca de evidencias que contribuyan a esclarecer el caso.
No obstante, y según lamentan las fuentes consultadas, a estas alturas del operativo "no hay movimiento" que facilite pistas sobre el paradero de Javier. Pese a ello, sus familiares, amigos y conocidos han dispuesto, en paralelo, patrullas ciudadanas que intentan encontrar al joven.
"Los ánimos siguen igual, sobre todo por la mañana estamos a tope para seguir buscando, con la esperanza de encontrar a Javier y abrazarle", subrayó, como recoge Efe, Francisco Villaverde, el tío del desaparecido, quien agradece a los efectivos policiales y a la ciudadanía su esfuerzo y lamenta la dificultad de la misión: "Es como buscar una aguja en un pajar".
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