Génova ha diseñado una ofensiva escalonada para cercar al Gobierno por el 'caso Koldo' en la que la cautela prima sobre cualquier otro aspecto. Pero hay varias ramificaciones de una "trama sistémica" a la que la dirección del PP le confiere la máxima gravedad. La primera, ya exhibida en público, ha sido la que afecta a Francina Armengol por la adjudicación de contratos a la empresa investigada pese a conocer previamente que el material sanitario era defectuoso, razón por la que el PP ha exigido ya la dimisión de la presidenta del Congreso. Pero la dirección popular ha divisado un segundo e importante ariete para cercar no solo al Ejecutivo, sino directamente a Pedro Sánchez.
La vinculación de Begoña Gómez en la trama por su relación con Globalia, holding de Air Europa, y las reuniones, desveladas en exclusiva por El Confidencial, que mantuvo tanto con el consejero delegado, Javier Hidalgo, como con el presunto comisionista del Ministerio de Transportes, el empresario Víctor de Aldama, ha encendido las alarmas en Génova, donde alimentan ya las sospechas sobre la existencia de un posible tráfico de influencias por la posterior aprobación de una inyección a Air Europa por valor de 475 millones de fondos públicos por parte del Ejecutivo de Sánchez.
En el PP prima la cautela en esta derivada de la trama al tratarse de un asunto que afecta a la mujer del presidente del Gobierno, sin cargo público, e insisten en que el partido no iniciará "una cacería gratuita" contra cargos del Ejecutivo, pero fuentes de la dirección reconocen que "no hay un precedente en la historia de nuestro país parecido a las actuaciones de la mujer del presidente del Gobierno". Más allá de las reuniones reveladas por este medio, Globalia "patrocinó" también eventos de Begoña Gómez como directora del Instituto de Empresa (IE) África Center, una colaboración que comenzó antes de que el Ejecutivo aprobase el histórico rescate a la aerolínea.
El asunto tomó otro cariz, también para el PP, después de trascender el informe que remitió Hacienda a la Audiencia Nacional el pasado 2 de febrero, en el que sostiene que las negociaciones para el rescate público de Air Europa fueron el origen de la trama de Koldo García. El documento justifica esta conclusión en que uno de los comisionistas, Víctor de Aldama, se convirtió en una especie de "consultor en la sombra" de la aerolínea durante las negociaciones con el Ejecutivo de Sánchez, lo que le permitió estrechar lazos con "determinados funcionarios" que aprovechó después para lograr la adjudicación.
Los populares no dudan en extender la "mácula de la corrupción" al ámbito más personal del presidente del Gobierno. Más allá de que existiese o no mediación alguna por parte de la mujer del jefe del Ejecutivo, cuestión que "deberán dirimir los tribunales", en el primer partido de la oposición sí advierten que la implicación directa o indirecta de Begoña Gómez en la trama demuestra que Sánchez "lo sabía" y "lo tapó", lo que a su juicio exige, como mínimo, unas "explicaciones urgentes" por parte del presidente del Gobierno. "Los negocios de su mujer dependían del grupo empresarial beneficiado por el Gobierno de Sánchez", reiteran.
"Si su marido adjudicó dinero a una empresa que subvenciona a la empresa de su mujer, parte del dinero que pagó a la compañía pudo terminar en su propia cuenta corriente", ejemplifican las fuentes consultadas. Por el momento, el PP se ha limitado a exigir una respuesta a Sánchez sobre esta cuestión y evitan centralizar en Begoña Gómez el rosario de acusaciones. Pero ya avanzan que el carácter "privado" de la mujer del presidente no le librará de la exigencia de explicaciones, un "gesto" que el PSOE no tuvo con el hermano de Isabel Díaz Ayuso por los contratos que la presidenta madrileña adjudicó a su empresa, cuya causa ya fue archivada por la Fiscalía española y europea.
El PP se abre incluso a sumar el nombre de Begoña Gómez a la lista de comparecientes de la comisión de investigación que el partido ha registrado en el Senado, donde cuentan con mayoría absoluta para armarla a su antojo. La Cámara Alta será el foro en que Génova despliegue "la artillería pesada" contra el Ejecutivo, y prevé un desfile ministerial de todos los cargos gubernamentales salpicados en la trama, incluyendo al propio Pedro Sánchez.
Más allá de los contactos de su mujer, la dirección popular ha puesto también el foco en la posibilidad de que el jefe del Ejecutivo incurriese en un conflicto de intereses al participar en la reunión del Consejo de Ministros que aprobó el millonario rescate de Air Europa pese a la estrecha vinculación que mantenía en ese momento la compañía con Begoña Gómez.
Como recordó este lunes la vicesecretaria de Sanidad del PP, Ester Muñoz, el presidente del Gobierno debería haberse "inhibido" en la votación en cumplimiento de la Ley 3/2015 reguladora del ejercicio del alto cargo, que exige a los miembros del Ejecutivo abstenerse en aquellas decisiones que puedan beneficiar a sus "cónyuges". El propio Feijóo puso la puntilla este fin de semana. "Los españoles tienen derecho a que Sánchez aclare lo que ha pasado en el partido, en su Gobierno, y en su casa".
La dirección de Génova tampoco perderá de vista al resto de cargos ministeriales salpicados por la trama de Koldo García, con el objetivo de abrir una herida que el PSOE intentó taponar, sin éxito, con el cese de José Luis Ábalos. La decisión de la Fiscalía europea de abrir una investigación por el uso de fondos europeos en presuntos delitos de malversación de caudales públicos en Baleares, durante la etapa de Francina Armengol; y en Canarias, durante el mandato del ahora ministro Ángel Víctor Torres, da más munición a la ofensiva de los populares, que dan por asegurado el desgaste político de Pedro Sánchez, por encima incluso que el de la amnistía, tras dos semanas negras. "El Gobierno está de corrupción hasta arriba", resumen.
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