Almeida: el bonito pueblo de Portugal dentro de una muralla con forma de estrella


         Almeida: el bonito pueblo de Portugal dentro de una muralla con forma de estrella

Cerca de "la Raya" hispano-lusa, hay un pintoresco pueblo portugués con una gran huella militar protegido por una muralla estrellada que se defendió de los ataques de las tropas españoles y francesas.

A unos 12 kilómetros de la frontera con España, se ubica un pueblo custodiado por una peculiar muralla cuya forma de estrella levanta la curiosidad de los viajeros. Almeida es una localidad del distrito de Guarda, en el interior de Portugal, al que podemos desviarnos si estamos visitando la provincia de Salamanca, pues está a 130 km de la capital salmantina y a 45 km de Ciudad Rodrigo.

Almeida fue una plaza fuerte muy importante en la Edad Moderna. El nombre de la localidad se cree que deriva de al mêda, una palabra surgida durante el período árabe que significa "la mesa", ya que se sitúa en una meseta. Para endulzar la historia de su nombre, hay una leyenda que cuenta que viene de una mesa con piedras preciosas incrustadas que existió en la villa.

La muralla estrellada de Almeida

Almeida fue blanco de los españoles que fueron vencidos definitivamente en el siglo XVII en las Guerras de Restauración. No obstante, las tropas de Napoleón lograron traspasar la imponente construcción defensiva.

La muralla de Almeida se levantó en el año 1640, recorre 2.500 metros y consta de 12 puntas y seis bastiones. Esta forma tan peculiar permite la visión de ángulos muertos. Un foso de 12 metros de profundidad recorta la figura estrellada por fuera y más allá de estos se extiende una gran explanada, por lo que se divisan mejor a los enemigos.

Nacida para defender

Durante el reinado de Dionisio I de Portugal, en los siglos XIII y XIV se construyeron varios castillos para la defensa del territorio, uno de ellos ubicado en Almeida. La ciudad se construyó alrededor de esta fortificación que sirvió como artillería y almacén de pólvora y actualmente se encuentra en estado ruinoso por una explosión durante las invasiones francesas. Al lado de esta ya inexistente fortaleza se erige la Torre del Reloj, de planta cuadrada y de estilos neoclásico y barroco.

Tras pasar por las imponentes puertas de San Antonio o de San Francisco -sin tanta traba como en siglos pasados- podremos recorrer el conjunto que atesora esta muralla en su interior, lleno de construcciones de carácter militar y casas residenciales de fachadas barrocas.

Es imprescindible pasar por la Iglesia Matriz, la capilla del antiguo Convento Nuestra Señora de Loreto, convertido en cuartel de infantería y hospital militar en el siglo XVIII; Casamatas, un complejo subterráneo donde se refugiaba la población durante los ataques, ahora Museo Histórico-Militar de Almeida, y la Praça Alta, el punto más alto de la localidad donde contemplar el horizonte como solían hacer los soldados, atentos de cualquier amenaza.

Cómo llegar a Almeida

Lo más recomendable para llegar hasta Almeida es por carretera, ya que no cuenta con estación de tren cercana. Almeida casi colinda con la provincia de Salamanca, de modo que desde la ciudad de Salamanca está a una hora y media en coche y desde Ciudad Rodrigo se tardan unos 35 minutos. A pocos kilómetros de la villa amurallada hay un estacionamiento de autocaravanas.

Almeida tiene el sello de Aldeas Históricas de Portugal, una etiqueta turística de iniciativa privada sin ánimo de lucro y cofinanciada por Turismo de Portugal que tiene "como objetivo promover el desarrollo turístico" de las doce aldeas que forman esta red.

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