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Ferraz pelea por asimilar rápido el histórico descalabro del PSOE en Galicia, y Sánchez, mientras tanto, evita la autocrítica. La sesión de control posterior a 18-F ha servido a los dos principales líderes para sacar a relucir los errores del contrario y esconder los propios. El presidente del Gobierno ha evitado, así, admitir el revés en el primer termómetro electoral tras el pacto de legislatura con Junts y la tramitación de la ley de amnistía. Y, por contra, ha tratado de poner el foco en las "confesiones" de Alberto Núñez Feijóo sobre los indultos, polémica que marcó la campaña del PP en Galicia... pero que no afectó el resultado. Alfonso Rueda firmó la quinta mayoría absoluta del PP con 40 escaños, mientras el PSOE cayó hasta los nueve diputados.
Feijóo intentó meter el dedo en la herida del resultado electoral pidiendo a Sánchez que diese "explicaciones" sobre lo sucedido el 18-F, pero el jefe del Ejecutivo le replicó con el polémico off the record en el que fuentes de la alta dirección del PP admitieron estar dispuestos a estudiar un indulto condicionado a Carles Puigdemont como vía para pacificar Cataluña, una información que estalló en la recta final de la campaña. "Usted reconoció que el único camino en Cataluña es la reconciliación, y no la confrontación. Yo no tenía dudas, pero si no hubiese sido por usted y no dependiera de otros —en alusión a Vox—, habría aprobado una amnistía, unos indultos y lo que hiciera falta".
Sánchez recordó además que el 18-F se planteó desde el principio como una especie de "plebiscito" sobre el liderazgo de Feijóo. "En eso estaban sus compañeros y compañeras", recordaba. "¿Con qué Feijóo nos quedamos? ¿Con aquel que negocia la amnistía y los indultos por la mañana? ¿O con el que convoca manifestaciones por la tarde?", incidía Sánchez. El contundente resultado del PP el 18-F enterró parcialmente el debate interno en el partido sobre los contactos con Junts, pero sí ha servido de gasolina al PSOE para justificar sus acuerdos con los neoconvergentes, sobre todo en un momento en que la ley de amnistía continúa su tramitación parlamentaria en el Congreso. "La única verdad del señor Feijóo es que todo usted es una mentira".
El líder del PP, por su parte, se defendió de las "insidias" y "mentiras" vertidas a su juicio por la izquierda al respecto de su posición sobre Cataluña. "Comenzó mintiendo sobre lo que hago, sobre lo que digo, y sobre lo que pienso". Y recogió el guante del jefe del Ejecutivo para defender la fortaleza del PP y de su propio liderazgo tras el resultado en Galicia. "Fue usted el que dijo que el 18-F era un plebiscito sobre mi persona. Dijo que el cambio en Galicia era imparable, y que también iba a ser imparable la caída de Feijóo. Pues aquí me tiene, de pie", zanjaba.
Tras el cara a cara entre los dos principales líderes, sus respectivos portavoces continuaban con el enfrentamiento por esta cuestión. Así, Cuca Gamarra ha abundado en la estrategia de Feijóo y ha señalado de nuevo la derrota del PSOE en Galicia. “Dos mítines más de Sánchez o Zapatero y el PSOE desaparece, como ha desaparecido Sumar”, ha dicho la secretaria general del PP, que ha recordado que el 18-F ha sido la primera vez que los votantes se han pronunciado “después de Sánchez les mintiera en julio”. “Ha vendido la igualdad por siete votos”, ha dicho la dirigente popular en referencia a los diputados de Junts.
“El balance de los 22 ministros desfilando por Galicia fue de 9 escaños”, ha sentenciado Gamarra, que le ha recordado a Montero que el PSOE ha perdido todas las elecciones desde que Alberto Núñez Feijóo es el presidente del PP. La vicepresidenta y ministra de Hacienda se ha defendido al asegurar que la euforia popular después del 18-F sirve para ocultar que "Feijóo no ha hecho nada para lo que vino", en alusión a la victoria pírrica del 23-J que le impidió al líder del PP alcanzar la Moncloa.
El rifirrafe continuó cuando Cayetana Álvarez de Toledo tomó la palabra para acusar a Sánchez de ser "el primer responsable de liquidar al PSOE a nivel nacional", pese a la negativa del jefe del Ejecutivo de asumir en primera persona el resultado en las gallegas. Y prosiguió preguntando a Félix Bolaños por los problemas que está encontrando el Gobierno para sacar adelante la ley de amnistía. El PSOE pidió este martes a la Mesa del Congreso una prórroga del plazo para aprobar el dictamen en la Comisión de Justicia por los inconvenientes en la negociación con Junts, que exige una amnistía integral que proteja a Carles Puigdemont pese al cerco judicial sobre su implicación en un posible delito de terrorismo.
De nuevo, el ministro de Presidencia replicó a la diputada popular por la polémica sobre los indultos. "Hoy recae sobre sus hombros la responsabilidad de representar a todo el público ultra", ahondaba Bolaños. "No creo que fuese usted partícipe de la mentira del señor Feijóo, usted es la víctima. Como el resto de ultras, se sintió engañada y estafada. Las preguntas sobre la amnistía, igual se las tiene que hacer al señor Feijóo", reprochaba. Acto seguido, el ministro defendió de nuevo que la medida de gracia es "impecable", "constitucional" y "favorecerá a la convivencia en Cataluña".
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