Que el trabajo del futuro sea el oficio del pasado: Cibeles vota si quiere una escuela de artesanos en Madrid

Que el trabajo del futuro sea el oficio del pasado: Cibeles vota si quiere una escuela de artesanos en Madrid

Las hilanderas de Velázquez, el nombre popular de La fábula de Aracne, es uno de los cuadros más vitoreados del pintor español. El artista lo pintó en la segunda mitad del siglo XVII, cuando eran habituales los oficios artesanos y minuciosos como este. Pero si uno pasea en 2024 por el Madrid donde el genio desarrolló casi toda su carrera, apenas verá uno de estos talleres. Tampoco abundan ya los establecimientos de cuchillería especializada y realizada a mano, con sus fundas de cuero para no dañar el material; ni las tiendas de calzado donde un zapatero que conocía la prenda como la palma de su mano diseñaba un modelo exacto para la ocasión. Los oficios de toda la vida se pierden, en parte por el ritmo lógico de la evolución tecnológica y la eliminación del trabajo mecánico, manual o artesanal.

En este sentido, este martes hay pleno en el Ayuntamiento de Madrid y el orden del día guarda espacio para una iniciativa que busca recuperar estos oficios que se están perdiendo y el Vox llevará a Cibeles la propuesta de crear una escuela de artes y oficios con la que rescatar todas las profesiones que ven en riesgo de morir.

No es la primera vez que el partido se interesa por este tipo de propuestas y, ya en diciembre, Vox planteó si existía algún plan para redignificar la Imprenta Municipal como taller, pues solo funciona como museo. Igualmente, en las comisiones también ha habido espacio para iniciativas similares que persiguen recuperar tesoros del pasado o espacios que se han ido perdiendo con el tiempo. Algunos ejemplos. En octubre se preguntó, a instancias del PSOE, en la Comisión de Cultura, por el futuro del único Teatro de Autómatas que queda en España, localizado en la ciudad, aunque encerrado de una dársena del Price desde hace un lustro.

Lourdes Barragán

"Lo que queremos es una formación práctica que recupere la figura del aprendiz", expresa Fernando Martínez Vidal, el concejal de Vox que defenderá esta propuesta en el pleno. Lo planteará para, en sus palabras, encontrar "la mejor solución al paro juvenil", que en España se colocó en más del 28% al cierre del año pasado, el último período registrado. Muchos chavales están perdidos o "no saben qué hacer con su futuro", razona el edil. Martínez Vidal considera que volver a reactivar los oficios de otro tiempo puede ser una forma de encauzar a los chavales y, también, de ayudar al reemplazo generacional en muchas labores- En última instancia también puede ayudar a aumentar el volumen de jóvenes empleados para hacer frente al coste de las pensiones, ya que se estima que la mitad de la población se retirará en los próximos 15 años.

¿Por qué desaparecen?

Aunque puede entenderse que algunas profesiones se difuminan porque su labor deja de ser necesaria, o es sustituida por otro mecanismo más ágil y práctico, Vox sostiene que en la misma ciudad de Madrid puede verse cómo muchos mercados o espacios necesitan de estos oficios, pero no encuentran a quiénes los conozcan. En el documento que desarrolla la propuesta que desgranará Martínez Vidal, se defiende que ya hay proyectos aprobados o en marcha que lo podrían tener difícil por la falta de mano de obra.

Por ejemplo, Madrid Nuevo Norte. Según el planteamiento que realizan en su grupo, las instituciones lo tendrán complicado para encontrar electricistas, pintores, o jardineros que se requieran en el megaproyecto. La escuela de oficios también acogería estas labores más mecánicas, y no solo las puramente artesanas. En algunos casos, celebran la propuesta, aunque se muestran más optimistas sobre el futuro de la profesión: "Nunca he tenido más esperanzas".

Lucía Franco

Habla Cesar Bozal, maestro cuchillero y uno de los organizadores de la Feria de Cuchillos de Madrid, que se celebrará en Alcobendas a finales de marzo. Como en ediciones anteriores, acudirán artesanos de la navaja de todos los perfiles, buena parte de ellos de países como Francia u Holanda. En estas y otras zonas de Europa "hay más futuro y se paga más", reproduce así Bozal las palabras de sus colegas cuando llegan a España. "Aquí no se valora la artesanía", se lamenta este afilador, con más de 30 años en el sector.

Pese a su optimismo inicial, reconoce que el camino ha sido difícil. Abrió un taller durante siete años en el que también vendía sus cuchillos, aunque pronto tuvo que ampliar el servicio a casi todo: afilador, realizar copias de llaves, meter cuchillería industrial o, incluso, reparaciones de calzado. De un oficio especializado acabó en un "multigremio" en el que todo eran facturas, cuotas como autónomo y un teléfono que no paraba de sonar. Eso, sumado a los "pocos beneficios" que obtenía del total con la cuchillería artesanal. Al final, lo ofrecieron otro trabajo y aceptó.

"Seguimos siendo necesarios"

Pero no ha dejado de participar en la feria. "Incluso creamos una asociación [la ACAE, Asociación de Cuchilleros Artesanos de España] de la que fui presidente un tiempo solo para mantener la feria", confiesa, pues como organización oficial sí se puede optar a ayudas públicas o permisos para este tipo de eventos. Aunque Bozal sí cree que una escuela para artesanos en Madrid podría "impulsar" la profesionalización de los jóvenes", no ve problema en su sector por el relevo generacional. "La cosa está fenomenal", cuenta.

"Seguimos siendo necesarios", manifiesta, convencido, este experto cuchillero. Reconoce que un centro de aprendizaje sería solo mover "la punta del iceberg", pero cree que en estos momentos cualquier ayuda puede ser buena. Por el momento, queda esperar al martes para averiguar cómo progresa la iniciativa de Vox y ver si, incluso, llega a aceptarse y echar a andar.



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