La expulsión de José Luis Ábalos del PSOE no hará que el PP levante el pie del acelerador. Más bien todo lo contrario. Génova eleva al máximo nivel la lista de acusaciones por la trama Koldo y centra en Pedro Sánchez toda la responsabilidad de la que ya califican como "la peor trama de corrupción" que ha salpicado a los socialistas. Los populares equiparan ya la investigación con los ERE de Andalucía, solo que en este caso reviste mayor gravedad por afectar no a una organización territorial, sino directamente al Gobierno de España.
Alberto Núñez Feijóo ha ido a degüello contra Pedro Sánchez en el primer cara a cara tras la tormenta política desatada a raíz del caso Koldo y la expulsión de José Luis Ábalos del PSOE. "Sin rodeos. Usted lo sabía y lo tapó. Lo sabía desde hace tres años", fueron las primeras palabras que pronunció el líder del PP en la tensa sesión de control de este miércoles. El líder de la oposición advirtió al jefe del Ejecutivo que Ábalos "no le servirá de cortafuegos". "No esparza a nadie lo que usted tiene debajo. No venga con el ventilador, el juez está investigando a su Gobierno y a su partido", apuntó.
El presidente de los populares preguntó a Sánchez cuáles son "las respuestas" que teme del exsecretario de Organización que, tras ser repudiado por Sánchez, ocupará un escaño en el Grupo Mixto. Ábalos lanzó un aviso a navegantes en su durísima comparecencia de este martes. Además de los dardos a Ferraz, a cuya dirección acusó de falta de "compañerismo" y de "anteponer poder a justicia", el dirigente terminó su intervención con una inquietante advertencia. "Sé que hay muchas preguntas. Yo también tengo muchas respuestas, y las iré dando en los próximos días", avisó.
"Deje de insultar la inteligencia de los españoles todos los días y a todas horas", insistía Feijóo. Sánchez, por su parte, acusó al líder popular de intentar "sacar tajada política de la corrupción". El presidente del Gobierno evitó responder a la pregunta de si conocía o no la investigación sobre las mordidas ilegales de Koldo García en la compra de material sanitario durante la pandemia, y volvió a contraatacar con el caso del hermano de Ayuso. "Llegamos al Gobierno para desterrar la corrupción de la política, y usted se ha puesto al frente del PP para taparla. ¿Por qué cayó Pablo Casado? Por denunciar una trama de corrupción de Ayuso. Usted está en pie por tapar esa corrupción", contraatacó.
El escándalo no se acaba con la caída de Ábalos
Pablo Pombo
Génova quería convertir el Congreso en una auténtica olla a presión para el Gobierno este miércoles, con el objetivo de llevar al jefe del Ejecutivo al centro de todas las "ramificaciones" de la investigación. "Sánchez conocía los hechos y, lejos de ponerlo a disposición de la Justicia, se lo calló", insistió también Miguel Tellado durante su interpelación al ministro de Presidencia, Félix Bolaños. El rifirrafe entre los dos dirigentes elevó aún más la bronca en el pleno. "Decían que venían a acabar con la corrupción, y están enterrados en el fango más asqueroso de la corrupción política", lanzó el portavoz popular.
Bolaños, por su parte, dio la respuesta que obvió antes Sánchez —ya ausente del pleno— y negó ante la ofensiva del PP la implicación de otros miembros del Gobierno en el caso Koldo. "Me repugna la corrupción, porque precisamente la política es lo contrario, mucho sacrificio personal y profesional", apuntó el ministro. "No hay nada más desalentador que el 'y tú más' en política", señaló, para pasar a denunciar a continuación los escándalos de malversación que salpicaron al PP hace años.
La "bomba de relojería" de la salida de Ábalos
El instructor del caso, Ismael Moreno, ha admitido la personación del Partido Popular. Génova exprimirá la ventaja de acceder a las diligencias y documentos judiciales para elaborar una estrategia de oposición que podría, a su juicio, "tumbar" al presidente del Gobierno. "Una vez que el PSOE ha identificado como corrupto a Ábalos, tenemos que ver cuál es la responsabilidad de Sánchez con ese corrupto", señalan en la dirección nacional de los populares, donde insisten en que el hecho de que el presidente del Gobierno cesase al que fuese su número dos como ministro en verano de 2021, "sin previo aviso", es "la constatación de que lo sabía".
Dirigentes de peso en el PP apuntan a que la "bomba de relojería" del caso Koldo puede infligir un daño significativo a Sánchez. Que la herida no se cierra, ni mucho menos, con el "sacrificio político" de Ábalos. En la cabeza de los populares está aún muy fresco el recuerdo de cómo Sánchez asentó su moción de censura contra Rajoy por la sentencia del caso Gürtel. "La corrupción remueve más conciencias que la amnistía", reiteran fuentes de la cúpula del PP.
Las voces consultadas apuntan a que la expulsión del exministro de Transportes y su decisión, en paralelo, de aferrarse al altavoz del escaño abren una crisis interna en un partido que, hasta la fecha, actuaba de forma "monolítica" pese a la inestable gestión de los acuerdos con Junts y la tramitación de la ley de amnistía. No creen en el PP que Sánchez tenga que sudar la gota gorda para alinear el voto libre de Ábalos a la disciplina del PSOE, pero sí abre la puerta a nuevas voces críticas en la organización, comandadas con el que hasta hace unos años era la mano derecha del propio Sánchez. "Ahora va a haber muchos más Page", insisten en la dirección de Génova. "Ábalos es la génesis del sanchismo. Era sanchista antes incluso que el propio Sánchez", reiteran.
En el PP creen que Ábalos podría "tirar de la manta" después de que Sánchez le haya "dejado caer". "¿Cómo van a doblegar a alguien que ya no tiene nada que perder?", se preguntan en las filas de los populares, donde se frotan las manos ante un Gobierno que está "derrumbándose". Más allá del pleno monográfico de este miércoles, los populares trabajan ya en su propia comisión de investigación en el Senado, que podría echar a andar de forma oficial en un par de semanas.
Sánchez será el que encabece el listado de comparecencias que registrarán los populares, aunque esparcirán responsabilidades a todos los ministros y dirigentes salpicados por la trama: forzarán a Francina Armengol, Ángel Víctor Torres, Óscar Puente, Fernando Grande-Marlaska y Santos Cerdán a acudir a la Cámara Alta a dar "explicaciones", además de a cargos intermedios de sus respectivos ministerios. El PP ha activado todo su poder institucional para elevar la presión. No solo ha movilizado a sus comunidades autónomas para indagar en las posibles ramificaciones del caso, sino que también ha elevado una denuncia a la Fiscalía Europea para que investigue el caso Koldo por el posible uso de fondos europeos en la trama.
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