Lambán resiste a la ofensiva de Sánchez para pilotar el futuro del PSOE en Aragón

Lambán resiste a la ofensiva de Sánchez para pilotar el futuro del PSOE en Aragón

Que el tiempo se ponga de su parte. Ese es el aliado con el que cuenta Pedro Sánchez para que el PSOE de Aragón esté de su lado y Pilar Alegría sea la próxima secretaria general del partido en la región. Lo mismo espera Javier Lambán para que, aunque él no se vaya a presentar a la reelección, los errores del sanchismo dificulten su propósito y sus colaboradores sigan siendo el núcleo más relevante del futuro socialismo aragonés.

En estos meses, tras perder Lambán el Gobierno autonómico y Sánchez formar el suyo, el secretario general del PSOE no ha cesado en su afán de que todas las federaciones cierren filas con sus decisiones, como denunció estos días en Fitur el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Esa determinación no ha amilanado al aragonés, que sigue hablando con "voz propia" y rechaza medidas tan impopulares para un sector del socialismo como la amnistía, a la que se acaba de sumar la amenaza del trasvase, y confía en mantener su federación, si hace falta, como la aldea gala del socialismo español.

El último encontronazo se producía el pasado fin de semana en la convención socialista celebrada en La Coruña. Allí se oficializó el cese de la lambanista Mayte Pérez como miembro de la Ejecutiva Federal, para dejar como única aragonesa a la ministra y portavoz del Gobierno de España, Pilar Alegría. El cese se lo comunicó a la afectada en la misma semana el secretario de Organización, Santos Cerdán. Y lo hacía pocas horas después de que se reuniera la Ejecutiva del PSOE de Aragón y rechazara frontalmente cualquier transferencia hídrica del Ebro, tras pedir ERC cinco hectómetros cúbicos de agua para regar 5.000 hectáreas de olivos y vides.

Sorprendentemente, la nueva demanda fue recibida con comprensión por la ministra Ribera: "A situaciones extraordinarias, respuestas extraordinarias". Y Lambán reaccionó sin demora desde el temor de que, en la presente coyuntura de cesiones a Junts, se esconda un trasvase. "Nos opondremos con firmeza, esté pactado o no entre el PSOE nacional y los independentistas catalanes", dijo.

Un partido dividido

El sacrificio de Pérez, secretaria general del PSOE de Teruel y mano derecha de Lambán, sirvió también para exhibir en la convención la división del partido en Aragón, una patología recurrente en la historia de los socialistas aragoneses. El expresidente no viajó a La Coruña por motivos de salud. Tampoco lo hizo José Antonio Sánchez Quero, líder del PSOE zaragozano y presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, la única institución relevante que conserva su partido. Y los sesenta que asistieron, lo hicieron como el agua y el aceite.

A la hora de las votaciones, los representantes del PSOE de Zaragoza y Teruel se ausentaron de la sala para no refrendar la destitución de la turolense, mientras los socialistas de Huesca votaron las propuestas de la federal e incluso se llevaron a su causa, ante la sorpresa de todos, a la responsable de la agrupación socialista del Casco histórico de Zaragoza, otrora acreditada lambanista.

Tras estos episodios, casi escaramuzas en comparación con el revolcón en las listas de candidatos al Congreso y al Senado en las elecciones del 23 de julio, que Sánchez rehizo para que solo hubiera afines a sus postulados, ahora todos parecen no tener prisa en mover el tablero. Javier Lambán, que ocupa uno de los dos escaños del Senado por designación de la Comunidad Autónoma, ya ha anunciado que seguirá al frente de la secretaría general hasta que culmine su mandato, en 2025, después de que, a finales de este año, tras las elecciones europeas, se celebre muy posiblemente el congreso federal.

Lambán no sigue el camino de los expresidentes de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y Extremadura, Guillermo Fernández Vara, de dar un paso al lado y propiciar un cónclave extraordinario para promover nuevos liderazgos autonómicos.

Sin prisa para el relevo

Por el contrario, el aragonés quiere una sucesión pilotada desde las agrupaciones que le apoyan y que hasta ahora suman mayoría. En su contra, juega que no se vislumbra ese recambio con claridad, lo que ralentiza a su vez la toma de decisiones. De hecho, para que se escuche al PSOE aragonés, tiene que salir él mismo a escena.

En ese entorno, creen que las políticas de Sánchez pueden perjudicar a su candidata, Pilar Alegría, que cada semana se pone bajo los focos para defender las decisiones del Consejo de Ministros. Si impopular es en Aragón la ley de la amnistía para exonerar a los independentistas, no lo son menos las exigencias que afloran semana a semana. Como la petición de castigar a las empresas que abandonaron Cataluña y no vuelvan a esa comunidad: en Aragón se radicaron más de 500 compañías. O el último susto: la demanda de caudales del Ebro y del control del tramo del río que discurre por Cataluña.

Inés P. Chávarri

Tampoco tiene prisa Pedro Sánchez en imponer a su candidata. Por delante asoman, al menos, las elecciones gallegas y las europeas y, muy posiblemente, las catalanas, además de las vascas. Y una vez que Lambán no va a renunciar por sí mismo, debería propiciarse alguna crisis que llevara a designar una gestora previa al Congreso regional. Demasiado trabajo y conflicto cuando el calendario electoral aragonés está muy lejos: no toca hasta dentro de tres años.

Pero que no se empuje para que Pilar Alegría sea ya secretaria general de Aragón, no quiere decir que los socialistas afines a Sánchez se estén quietos. En el caso de Zaragoza, ya se ha visto cómo una agrupación socialista vislumbra ganador al sanchismo y ya se ha hecho la foto, y echado el voto, a su favor en La Coruña.

También la corriente Izquierda Socialista aragonesa se ha manifestado públicamente a favor de Pedro Sánchez y pedido la dimisión de Lambán por discrepar públicamente de sus manifestaciones, a las que tacha de estar en sintonía con el PP. Así ocurrió cuando el expresidente criticó el apoyo de los socialistas navarros a la moción de censura para investir como alcalde de Pamplona al candidato de Bildu y desalojar al de UPN.

Huesca, de feudo a la intemperie

Y por supuesto, cuentan con la provincia de Huesca. Es una demarcación que en las elecciones de mayo vivió el fin de toda una generación de socialistas que han tenido gran poder e influencia, como Marcelino Iglesias, Mariví Broto o Miguel Gracia. Al frente del relevo figura Fernando Sabés, diputado autonómico y alcalde de San Esteban de la Litera.

Pero de la misma manera que el sanchismo pesca en Zaragoza, los lambanistas persiguen hacer lo propio en Huesca, y no dan por descontado el liderazgo de Sabés. Hay otros alcaldes también muy activos, como Marcel Iglesias, que lo es de Bonansa, además de diputado autonómico; Antonio Biescas, de Ayerbe; y Enrique Pueyo, de Aínsa, en ambos casos diputados provinciales a la vez. Son cargos públicos de una nueva generación que deben hacer frente a la fuerza con la que ha irrumpido el PP en la provincia, donde, además de la alcaldesa de la capital, tiene un líder de gran tirón, Isaac Claver, alcalde de Monzón y presidente de la Diputación Provincial de Huesca.

Mucho tiempo por delante en el que todos esperan ventajas de los errores del contrario. Sánchez ha dado un perfil más relevante al delegado del Gobierno, que tiene una intensa agenda propia. Solo espera que vayan cayendo las hojas del calendario y, con la fuerza de su poder y el incierto liderazgo futuro del lambanismo, entronizar a Pilar Alegría. Y desde la posición de Lambán, reiteran que hay partido interno ante el desgaste del Gobierno por las cesiones al independentismo, que no saben cómo evolucionarán. Frente a la oposición, aunque el ciclo de Azcón se prevé largo, no van a dejar de jugar ninguna bola que salte al campo. Es el caso de las posiciones de Vox en temas como los trasvases y la inmigración, que tiran hacia la derecha el discurso del Gobierno y complican su apuesta centrista.



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