Combatir la economía sumergida sigue siendo uno de los problemas más complicados de resolver para todos los países del mundo. Singularmente, porque bebe de las circunstancias particulares en las que se desempeña la fuerza de trabajo, y, por ende, del enclave sociopolítico que la lleva a apartarse del sistema. El resultado es una simbiosis tan arraigada que requiere de una transformación global compleja. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicado este martes, seis de cada diez trabajadores operan hoy al margen de la legalidad a nivel mundial, la mayoría de ellos en economías en desarrollo y emergentes. Y lo que es peor de cara al futuro: sus hijos están predestinados a seguir los mismos pasos. Solo un refuerzo del escudo social y la implementación de políticas para el desarrollo de competencias pueden acabar con este círculo vicioso, según el organismo.
Seguir leyendo
http://dlvr.it/T1Tyjz
Seguir leyendo
http://dlvr.it/T1Tyjz