Felipe VI ha presidido este sábado una nueva celebración de la Pascua Militar, el tradicional acto con el que se da comienzo al año castrense y que sirve tanto al monarca como a la titular de Defensa, Margarita Robles, para realizar un balance del último ejercicio y fijar los objetivos para el que acaba de comenzar. El discurso del monarca ha girado en torno al "sacrificio" y la "evolución" de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, así como de los "desafíos" cada vez más "exigentes" y "apremiantes" que deberán afrontar en el futuro. Pero ha hecho un alto para reconocer el estreno de la Princesa de Asturias en la "gran familia militar".
"Esta celebración no es una más para la Corona. Felizmente, coincide con el hecho de que por primera vez nos acompaña la Princesa de Asturias que, como Dama Cadete de la Academia General Militar, ha iniciado este curso su plan de formación militar", arrancaba Felipe VI. No en vano, este sábado el foco estaba en el estreno de Leonor de Borbón en la Pascua Militar, al que ha asistido por primera vez vestida de cadete.
Se trata de la segunda vez que la Princesa de Asturias acude a un acto oficial con el uniforme militar —la primera fue durante el desfile del 12 de octubre— después de cumplir la mayoría de edad e iniciar su formación militar en la Academia del Ejército de Tierra de Zaragoza. El pasado 31 de octubre, la heredera de la Corona juró la Constitución en las Cortes. "Me debo a los españoles. Les pido que confíen en mí", pronunció.
En un discurso sin carga política, el Rey ha querido resaltar el "enorme orgullo" que tanto él como la Reina sienten "desde que la Princesa tuvo el honor de jurar la bandera el pasado mes de octubre en la Academia Militar de Zaragoza", y ha querido agradecer personalmente la "acogida excelente" de Leonor en un ejercicio de "camaradería, nobleza y lealtad". "Es el mejor incentivo que puede tener en este primer año de formación militar, humanística y técnica", destacaba.
Felipe VI ha centrado también su discurso en el futuro de las Fuerzas Armadas y su "compromiso con la modernidad e innovación" y la implicación de los militares "en la consecución de la paz y la seguridad" pese al "alto nivel de exigencia en la instrucción individual y en el adiestramiento y preparación de las unidades". El monarca ha pedido al cuerpo militar estar en "constante evolución" para "adelantarse a las necesidades que pueda suscitar el panorama estratégico internacional", aunque sin dejar atrás el respeto por las "tradiciones y costumbres nacionales" dentro de su rol en la "preservación de la identidad histórica de España".
Los actos han comenzado a las 12.00 h del mediodía de este sábado en el Palacio de la Armería del Palacio Real, y han contado también con la presencia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El evento ha vuelto a estar marcado por la inestabilidad política tras las cesiones del PSOE al independentismo, la tramitación de la ley de amnistía y el primer órdago de la legislatura de Junts, que amenaza con tumbar los primeros e importantes decretos del Gobierno la próxima semana. A diferencia del discurso de Nochebuena, el monarca ha vaciado en esta ocasión su discurso de carga política.
Como es habitual, el acto ha comenzado con la llegada de los Reyes a la Plaza de la Almudena, donde han sido recibidos por el presidente del Gobierno, la ministra de Defensa y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Teodoro Esteban López Calderón. Acto seguido, se han rendido honores al himno nacional y Felipe VI ha pasado revista a las tropas. A continuación, los monarcas se han dirigido al interior del Palacio Real para saludar a los alrededor de 200 invitados entre políticos y miembros de la cúpula militar en la Saleta Gasparini. Una vez concluido, se han impuesto 20 condecoraciones en el Salón del Trono antes de dar paso a los discursos, tanto de Margarita Robles como de Felipe VI. Los actos concluyen con un cóctel para los invitados en el Salón de Columnas.
Felipe VI ya reivindicó durante su tradicional discurso de Nochebuena el respeto a la Constitución en mitad de la convulsa situación política y social, y destacó que "fuera del respeto" a la Carta Magna "no hay democracia ni convivencia posibles". "Debemos no solo respetar la Constitución, sino conservar su identidad", pronunció. A diferencia de otros discursos navideños, en los que el monarca reflexionaba sobre distintos temas del momento, la alocución de este año estuvo centrada casi en exclusiva en la defensa de la unidad nacional y de los valores constitucionales.
Robles señala a Israel
El discurso del Rey ha estado precedido por el de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha señalado durante su intervención de forma velada a Israel por las "violaciones del derecho internacional humanitario" en la Franja de Gaza. "Ante las guerras, los conflictos y cualquier género de injusta violencia, no podemos ser indiferentes. No cabe silencio ante las violaciones de los principios básicos y reglas del derecho internacional, ni de la Carta de Naciones Unidas, sea cual sea el lugar donde se produzcan", incidía.
La ministra de Defensa ha situado a España como un país "serio, responsable y comprometido" con la paz en el mundo y la comunidad internacional, en alusión a los conflictos en Gaza y Ucrania, y ha pedido con "contundencia" durante la inauguración del año castrense un "alto el fuego permanente".
Robles ha querido destacar también el estreno de Leonor de Borbón en la Pascua Militar dedicando un afectuoso mensaje a los monarcas. "Permitidme que os diga que, como padres, os podéis sentir satisfechos del trabajo que la Princesa de Asturias está realizando en la Academia Militar de Zaragoza", pronunciaba, tras destacar el "esfuerzo incuestionable" y la "dedicación" de la heredera de la Corona en su formación militar. Se ha dirigido también de manera particular a la Reina Letizia, a la que ha agradecido su "entrega diaria" y "voluntad de servicio".
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