El PP se reunió con Junts en agosto para acercar posturas antes de la investidura de Feijóo

El líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera mantuvo un encuentro con varios dirigentes de Junts el pasado mes de agosto para acercar posturas antes de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. La información, adelantada por La Vanguardia, ha sido confirmada por el propio Sirera, que quita hierro a lo que califica como un "café" informal con dirigentes independentistas en la primera quincena de agosto en la ciudad condal, una cita de la que asegura que no tenía conocimiento ni Alberto Núñez Feijóo ni el resto de la dirección nacional del partido.

En declaraciones para RAC1, Sirera ha asegurado que acudió a la reunión con Albert Batet —presidente de Junts en el Parlament de Cataluña— y con Josep Rius —portavoz de los independentistas en el consistorio barcelonés— para conocer sus exigencias de cara a conseguir su apoyo para la investidura del líder popular, pero no siguió adelante con las conversaciones al comprobar que las exigencias eran "las mismas" que Carles Puigdemont había planteado al PSOE: referéndum y amnistía. Por la parte del PP, acudió también a la reunión Xavier Domínguez, asesor de comunicación que fichó el PP durante la campaña de las generales.

El propio Daniel Sirera asegura a El Confidencial que, en efecto, el café con los dirigentes independentistas tuvo lugar en un hotel de Barcelona, y que en el mismo "no se negoció nada", sino que él sólo se limitó a "escuchar sus peticiones", que eran "totalmente incompatibles con iniciar ningún proceso de diálogo". Afirma, además, que después de ese contacto en la primera quincena de agosto no volvió a existir interlocución de ningún tipo con Junts. "Después de ese café no he vuelto a hablar con ellos", constata.

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Alberto Núñez Feijóo ya admitió el pasado mes de octubre que su partido había mantenido contactos "indirectos" con emisarios de Carles Puigdemont en el marco de su investidura para "normalizar" la relación con el independentismo, pero Génova nunca desveló quiénes fueron los interlocutores o si hubo más de una reunión. De hecho, en un principio, el líder del PP estaba dispuesto a incluir a Junts en su ronda de consultas por "respeto institucional".

La presión interna y externa jugó un papel clave, y Feijóo terminó dando marcha atrás y deshechó la reunión formal con los representantes de Junts en el Congreso. Importantes sectores del partido enviaron mensajes de alarma a Génova por los riesgos que implicaba aceptar una fotografía pública con Junts. El líder del PP negó que el giro de guion obedeciese a discrepancias internas, sino a las condiciones que había exhibido en público el expresidente catalán. En una comparecencia en Bruselas, el prófugo desveló que sólo daría su apoyo a uno de los candidatos a la investidura si se tramitaba una ley de amnistía y se producían avances en el camino de la autodeterminación.

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha reiterado también desde la sede nacional del partido el carácter informal de la cita entre Sirera, Rius y Batet en Barcelona, que circunscribe a un "café" del que no puede deducirse ningún tipo de "negociación". Una vez más, el dirigente ha evitado aclarar si el vicesecretario de Institucoinal, Esteban González Pons, se reunió o no con emisarios de Carles Puigdemont en el marco de la investidura de Feijóo, aunque ha reconocido "conversaciones informalese" con "diputados y concejales" de todas las formaciones políticas. "Los ha habido y los seguirá habiendo", subrayaba.

Preguntado por la reunión en Barcelona, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha ratificado en Antena 3 que él y Génova la "desconocían", aunque se ha aferrado al argumento de que existe un "trato" mínimo con los dirigentes independentistas por la coincidencia en los plenos municipales o autonómicos. La controvertida cita se celebró, sin embargo, en un hotel de Barcelona y no en las dependencias consistoriales.

El Gobierno, por su parte, ha querido hurgar en la herida y ha exigido al PP que aclare sus encuentros con Junts tras las elecciones generales, una baza que la izquierda puede explotar de cara a la campaña de las elecciones gallegas, que se celebrarán el próximo 18 de febrero. El PSOE exige al PP "transparencia" para aclarar cuántas veces se reunió con Junts o qué temas trataron.

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