El Barça aguantó el ímpetu de los Leones hasta la prórroga, pero el físico se le vino abajo ante el poderío local.
El Athletic eliminó al Barça de la Copa del Rey (4-2) en cuartos de final tras un partido intenso y apasionante que decidió en la prórroga Iñaki Williams. El delantero, que por la mañana estaba en Costa de Marfil, se cogió un avión rumbo a Bilbao para vestirse de héroe con el tercer gol de los vascos. Su hermano Nico redondeó el resultado con el cuarto, un golazo, para dejar a los azulgranas sin otro título, el segundo que pierde en menos de dos semanas.
Buscaba el conjunto vasco intensidad desde el inicio, y apenas tardó poco más de medio minuto en marcar. Un balón al área desde la derecha se paseó por el área culé sin que ningún defensa pudiera despejarlo y Guruceta, el más listo, lo aprovechó para marcar. Volvía a encajar el Barça un tanto en los primeros instantes, algo convertido ya en casi habitual, pero el choque se desarrolló de poder a poder, sin un dominador claro.
No renunció el Athletic al ataque, y en cierta medida lo acabó pagando. Esta vez, la fortuna estuvo del lado blaugrana cuando tras una contra, el balón se quedó sin dueño en el área y Yuri, al ir a despejarlo, se encontró con la pierna de Lewandowski. El polaco, muy hábil, taponó el zapatazo del lateral y logró empatar el partido. Casi a continuación, llegó el golazo del partido. Lamine Yamal arrancó desde la izquierda con el balón pegado al pie, llegó hasta la frontal, se perfiló y se sacó un zurdazo raso para poner el segundo. Imposible no pensar en Messi con una jugada así.
Los dos golpes en el mentón seguidos hicieron que tardara en reaccionar el Athletic, que se aferró a las jugadas individuales de Nico Williams. En una de ellas forzó un córner, en el que un remate de Sancet hizo que Iñaki Peña se luciera con una gran parada. La segunda parte comenzó como la primera, con un gol local. Esta vez fue en menos de cinco minutos, cuando un centro preciso de Nico encontró el salto majestuoso de Sancet, que cabeceó a la red. Eliminatoria empatada.
El choque se volvió parejo entonces. Guruceta tuvo una gran ocasión en otro balón suelto que esta vez no supo aprovechar, mientras que Lamine Yamal tuvo un mano a mano ante Agirrezabala que no supo aprovechar al cruzar demasiado su ‘picadita’. El partido se encaminaba a la prórroga, aunque el propio Lamine Yamal la pudo evitar. Le robó el balón a un despistado Paredes, regateó al meta y, ya a puerta vacía, remató alto con su pierna mala, la derecha. En algo se tenía que notar sus tan solo 16 años.
En el tiempo extra, fue mejor el Athletic, quizás menos fatigado, quizás por el empuje de un San Mamés que rugió como en las grandes noches. Al borde de la primera parte de la prórroga, Iñaki Williams, que unas horas antes estaba en África, recogió un balón a medida, lo estrelló en el palo y en el rechace marcó. El Barça estaba desfondado, sin capacidad de reacción, y siempre pareció más cercano el cuarto del Athetic que el empate. Y llegó con un golazo de Nico, que se unió a la fiesta de su hermano para meter a los vascos en semifinales.
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