Podemos estalla en Madrid: su líder dimite entre críticas a Belarra por el "choque" con Díaz

Podemos estalla en Madrid: su líder dimite entre críticas a Belarra por el

"Mis diferencias políticas con el núcleo dirigente de Podemos son hoy enormes". Jesús Santos, líder de Podemos en la Comunidad de Madrid, abandona el partido entre críticas a la cúpula de Ione Belarra. "Las últimas y más notorias discrepancias", sostiene, vienen del "choque total e incomprensible para la mayoría de la población", entre la que fuera su formación y el proyecto de Yolanda Díaz, Sumar.

La dimisión ahonda en la crisis territorial de Podemos, que ya cuenta con gestoras en Asturias, Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares. Fuentes moradas dan por hecho que, con base en los estatutos, tocará constituir una nueva gestora en la región, la quinta en todo el país. Es la región que vio nacer al partido, que ya vivió uno de sus estallidos más dramáticos y pasó por una gestora. Y en la que hoy vuelven a verse descabezados.

En una carta hecha pública este martes a través de su perfil en la red social X, antes Twitter, el también teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Alcorcón ahonda en sus "enormes" diferencias políticas con el "núcleo dirigente de Podemos", especialmente durante el último año. Los resultados electorales cosechados con la "línea política" escogida, esgrime, son "reveladores": "Un derrumbe tanto autonómico como municipal generalizado en todo el país, del que solo nos salvamos las experiencias que nos atrevimos a ensayar prácticas políticas diferentes a las pregonadas por el núcleo duro de la dirección".

"Lo fácil sería decir que Podemos se ha movido de su posición durante todos estos años, algo que sería cierto pero incompleto", apunta. "El problema", sostiene, es que "lo que en 2016 cabía dentro de Podemos hoy ya no cabe debido al refuerzo de una línea política centrada en su autoafirmación, y en levantar unas fronteras cada vez más gruesas". Un "recorrido" que considera "legítimo", pero que rechaza.

Alejandro López de Miguel

Santos era uno de los escasos integrantes del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección política del partido, que aún manifestaba posiciones críticas a las defendidas desde el núcleo duro de Belarra en este espacio. Ha estado al frente del partido en la región desde 2019, cuando tomó las riendas de la gestora constituida para atajar la crisis inmediatamente anterior, generada por el portazo de Íñigo Errejón a ser candidato de Podemos a la Asamblea. Este cisma ya se cobró la cabeza política de Ramón Espinar, predecesor de Santos. Entonces era considerado próximo a Pablo Iglesias.

Después de su apuesta pública por el acercamiento con Díaz, ya hace meses, perdió definitivamente la confianza de algunos de los dirigentes más afines. Sus planteamientos están tan alejados que hoy afirma que su proyecto político, Ganar Alcorcón, no tiene cabida en Podemos.

Europa Press

En su repaso a las discrepancias con el núcleo duro morado, considera que su negativa a participar en el lanzamiento del proyecto de Díaz, en abril de este año, se decidió "con base en una profecía autocumplida". Y sostiene que "ha terminado con un choque total e incomprensible para la amplia mayoría de la población". "En vez de hacer valer su capital político para influir sobre el rumbo estratégico de esta nueva herramienta, el núcleo dirigente de Podemos entendió este proceso como una competición por la propiedad del espacio", abunda.

Su "discrepancia radical", afirma, es que considera que los espacios políticos no "preexisten", una tesis en la que sí sitúa a los de Belarra. "Sumar no se explica principalmente por determinadas maniobras particulares, sino porque, a tenor de la nueva realidad política, una parte del país nos reclama que hagamos las cosas de manera diferente". En su carta advierte de que no le gustan las misivas "para contentar a todo el mundo", reivindica que le toca expresarse "sin paños calientes" y muestra "respeto" hacia "la buena gente" con la que ha trabajado estos años.

Europa Press

La carta, dada a conocer en un momento de especial tensión entre Podemos y Sumar dentro del grupo parlamentario en el Congreso, llega también en plenas conversaciones de cara a las elecciones en Galicia y Euskadi. Es un torpedo a la línea de flotación del partido, que el diputado morado Javier Sánchez no quería valorar durante la mañana, en rueda de prensa desde la Cámara Baja.

La extinción en Madrid y el apoyo de Díaz a Más Madrid

La candidatura de Santos, apoyada por Díaz antes del 28-M, se hizo con el 16% de los votos en el municipio madrileño, mientras Unidas Podemos desaparecía de la Asamblea regional y no conseguía entrar en el Ayuntamiento de la capital, en ambos casos por escaso margen. En campaña, la vicepresidenta segunda apoyó fundamentalmente a la candidatura de Mónica García al Parlamento regional, con algunos guiños a la lista de la morada Alejandra Jacinto, que después se convertiría en su portavoz en materia de vivienda. Y que acabaría dejando la actividad política en octubre.

Por el tiempo dedicado, pero también por la sintonía personal con la actual ministra de Sanidad, Díaz concentró el grueso de sus gestos en Más Madrid, algo que no perdonan los morados, que creen que su respaldo habría servido para lograr que la candidatura de Jacinto superara el umbral del 5% de los votos. El 28-M, Podemos se extinguió en varios Parlamentos. Pero lo más doloroso para ellos fue desaparecer de la Asamblea de la región donde nacieron hace casi 10 años.

Alejandro López de Miguel

El partido de Belarra sigue sufriendo las consecuencias de la debacle electoral. Hace apenas dos semanas dimitieron 13 dirigentes de Podemos en Cataluña, tras ser expedientados por reivindicar la unidad con Sumar durante la campaña, el 8 de junio. Entre algunos de los escasos dirigentes críticos que aún se sientan en la dirección, reconocen que la autocrítica apenas ha llegado a este órgano. Tampoco la esperan.



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