Para muchos la Navidad comienza oficialmente con el sorteo de la Lotería, época en la que el amor está a flor de piel y se comparte tiempo y vivencias con...
Para muchos la Navidad comienza oficialmente con el sorteo de la Lotería, época en la que el amor está a flor de piel y se comparte tiempo y vivencias con familia y amigos. Una de las tradiciones navideñas es comprar décimos a medias con las personas que más quieres, y yo me pregunto:
¿Es racional la decisión de comprar Lotería de Navidad? ¿Pueden las matemáticas ayudarte a elegir en qué sorteo invertir ese dinero?
Todos los décimos traen en el reverso el listado de premios y es quizás la parte más importante del décimo. Es aquí dónde encontramos diferencias significativas entre el sorteo de Navidad y el sorteo del Niño.
Sabiendo el número de premios que se reparten en cada sorteo y la regla de Laplace que nos dice la probabilidad de que ocurra un suceso aleatorio, podemos tomar la decisión de qué sorteo nos beneficia más usando la siguiente fórmula:
P (x)=Casos favorables / Casos totales
Podemos afirmar que la probabilidad de que te toque el premio gordo en ambos sorteos es la misma: 1.100.000 pero si nos vamos a la probabilidad de que nos toque algún premio, la Lotería de Navidad entrega 15304 premios frente a los 37920 que entrega la Lotería del Niño. Probabilísticamente la Lotería del Niño te ofrece el doble posibilidades de ganar algún premio. Eso sí, el premio gordo es de menor cuantía. Racionalmente, de cara a obtener un premio en el sorteo nos beneficia más el sorteo del niño pero si por el contrario lo que queremos es un premio mayor, el sorteo indicado es el de Navidad.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}